Tal vez seas de tierra,
tal vez seas de mar. Los que me conocen bien sabe que disfruto con un buen café,
es algo que lejos de ponerme nervioso, me relaja, me ayuda a ordenar las ideas.
Pero para que la musa acuda es necesario que ese café –siempre en vaso de caña,
nunca en taza-, lo beba en un entorno adecuado e inspirador. Un lugar que bien
podría estar cerca del mar.
Jardines de la cafetería de Guzmán el Bueno |