El jardín se mueve.
Las plantas se desarrollan, cambian, y formando parte de ese cambio se produce
una variación cromática parda, amarilla e incluso roja que transforma el
jardín. El otoño ya está aquí. Un cambio que significa que el jardín es un
ecosistema vivo y como toda criatura viva es necesario ser responsable de ella,
por eso hay que realizar las labores de mantenimiento necesarias para que
presente un perfecto estado ornamental y no perdernos la belleza que puede
mostrarnos nuestro espacio verde.
Fuente:
FreeDigitalPhotos.net
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