28 de noviembre de 2013

LISTA DE LABORES EN EL JARDÍN PARA NAVIDAD

En un post anterior titulado El jardín emocional, un jardín que deja huella, os conté que mi jardín favorito es el patio que mi abuela tenía en su casa de Morón de la Frontera. Fue en este post donde por primera vez hablé de que los seres humanos somos emocionales, que aquello que percibimos a través de los sentidos deja una huella memorable que no es posible borrar a pesar de la distancia y el tiempo.

Fuente: FreeDigitalPhotos.net   

El sabor de las naranjas, el frescor de la grama recién regada, el olor del azahar, los colores de los geranios en flor,…Son recuerdos que constituyen mi infancia. Estos recuerdos fluyen en un rio de emociones que desembocan en un sentimiento, que en el caso de los jardines, en el caso del patio de mi abuela, se hace lugar.

Uno de los recuerdos que guardo con más cariño tiene que ver, como no, con la Navidad. El Patio de mi abuela tenía una zona rectangular cubierta con una pequeña pradera de grama y otra zona rectangular pavimentada. De las encaladas paredes blancas colgaban macetas de barro cocido pintadas de verde. De su interior emergían gitanillas y geranios. En el suelo, siguiendo la línea de la pared, también había numerosos tiestos con rosas, cintas, jazmines y, por supuestos, mas geranios.

En el centro de la pradera de grama había lo que por entonces todos en mi casa llamábamos el pino. Ahora, después de muchos años, tras de hacer la carrera de Ingeniería Técnica Agrícola, especializarme en diseño de jardines, trabajar durante cinco años en una empresa proyectando obras de jardinería, me entero de que el famoso pino de los recuerdos de mi infancia era en realidad una Araucaria.

Pino o Araucaria, el caso es que mis abuelos al llegar Navidad se afanaban por decorarlo con adornos de todo tipo, incluyendo luces, bolas navideñas, guirnaldas de doradas, escarlatas y plateadas, angelitos, muñecos de nieve, campanas y estrellas. Y algo muy importante al que tengo que atribuirle el mérito a mi abuelo que era un manitas o, como decimos en mi tierra, era muy apañao, pues colocaba un Portal de Belén con todas sus figuritas entre las ramas y hojas de la Araucaria.

Al llegar la Noche Buena mis abuelos apagaban todas las luces y en el patio se hacia la magia. En la oscuridad brillaban con fuerza las luces de colores. Parpadeando rítmicamente, dejaban entre ver destellos fugaces de colores, sombras y formas. Un recuerdo marcado a fuego en mi subconsciente, una huella memorable, que con sublime poesía explica mucho mejor que yo Antonio Machado: mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, y un huerto claro donde madura el limonero

Al contar esta historia pretendo hacer ver que la Navidad no tiene que ser exclusiva del interior del hogar. El jardín, un espacio vivo sí, pero un espacio que forma parte indisoluble de la edificación, no puede permanecer ajeno a la Navidad. Huyendo de las excesivas decoraciones que aparecen en jardines de películas americanas, creo que podemos conseguir crear entornos vivos muy elegantes que sumerjan al jardín en estas señaladas fiestas.

Pero para conseguir esta estampa navideña es necesario que el jardín se encuentre en perfecto estado de mantenimiento a pesar, claro está, que diciembre es un mes muy frio y que la llegada del invierno marcará mucha de las pautas que tendremos que seguir para alcanzar el mayor efecto ornamental del jardín.

Labores generales en el jardín

Casi todas las labores generales del jardín estarán destinadas a la protección del frio y, en aquellos lugares donde nieva en abundancia, destinaremos nuestros esfuerzos en proteger las plantas del jardín de la nieve y el granizo.

En especies vegetales que son de reciente plantación podemos cubrir estas con una protección en forma de cono que proteja a la planta desde el ápice hasta la base. La forma cónica de la protección nos da ventaja frente a la acumulación de nieve, pues la superficie inclinada hace que la nieve resbale y no se acumule sobre la planta.

Los arboles también pueden acumular nieve en sus ramas. Para evitar que estas se rompan con el peso, lo adecuado sería sacudir la acumulación de nieve teniendo precaución de no dañar las ramas realizando esta labor.

Si disponemos de un invernadero o invernáculo en el jardín, donde el mes anterior hemos guardado plantas para protegerlas del frio, debemos recordar airear bien estas estructuras. En estos meses se acumula mucha humedad en el interior de los invernaderos que provoca la aparición de enfermedades criptogámicas y una buena solución para que estas no proliferen es aireando el invernadero. Por supuesto, esta labor de aireación debe hacerse durante las horas más cálidas y secas del día. 

Labores en el césped

En diciembre el césped entra en estado vegetativo por lo que debe evitarse la siega y no provocar ningún tipo de accidente en la pradera. Es posible que por la mañana temprano la pradera aparezca cubierta de escarcha. En estas circunstancias el césped no se debe pisar, pero podernos eliminar la escarcha regando ligeramente, pues por un proceso físico llamado conducción, la energía en forma de calor del agua pasa al césped provocando la desaparición de la escarcha que se funde. 

Preparación de alcorques y parterres

Si tienes plantas o árboles que aún no han sido plantados, lo ideal es realizar una zanja en el terreno para hacer un acopio. Colocar en la zanja tanto plantas como árboles y cubrir las raíces con tierra y arena fina para protegerlas del frío.

Las plantas que tienen requerimientos de suelos ácidos como las camelias, las azaleas, rododendros, etc. Es necesario nutrirlas con un abono completo para que puedan pasar su delicada fase vegetativa sin hacerles sufrir estrés.  
  
Flores en Navidad

Flores en Navidad existen, tal vez pocas, pero hay. No obstante me gustaría añadir que no solo de flores se nutren las imágenes hermosas de un jardín. Las coníferas en esta época del año presentan frutos que pueden ser muy decorativos. Y por supuesto, también están las bayas de arbustos que ya he comentado en posts anteriores que dan color al otoño y al invierno.

Las acículas (agujas u hojas) de las coníferas presentan colores variados, y sus frutos, las piñas, tienen formas, colores, y un aspecto distinto en función de cada especie en particular. De la casuarina escribí un post, en el que contaba que no es una conífera pero que lo parece. Pero, a pesar de que no es una conífera, no puedo dejar pasar la oportunidad de admitir que me encanta la tonalidad dorada de sus hojas en esta época del año. Más aún, cuando contrasta mezclada entre la arboleda de un parque o un jardín.

Por último están las flores. En Diciembre podremos ver en el jardín las flores de Camelias, Durillo (Viburnum tinus) o Brezo (Erica spp.). Y por supuesto, lo que no puede faltar en un jardín en Navidad: La Flor de Pascua o Ponsetia. Siempre y cuando, calor está, queramos que nuestro jardín sea un espacio más de nuestro hogar donde celebrar la Navidad. Un espacio vivo que se convierta en una fábrica de emociones, de tal manera que los más pequeños al contemplar las luces de colores, los adornos y motivos navideños, el día de mañana generen un sentimiento y el sentimiento se haga lugar. 

Piñas de Abies Koreana Fuente: wikipedia.org    
Accede a la página de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), para conocer la predicción del tiempo para diciembre. Pincha aquí.   

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4 comentarios:

  1. De momento y para mi gusto, este es el mejor blog de jardinería de los que llevo visitados hoy, repleto de sensibilidad y emociones. ¡Enhorabuena al creador! Un saludo. Paz

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    1. Es mi intención. Contar los jardines, la jardinería, la naturaleza y el paisajismo con mi particular punto de vista. Muchas gracias Paz!

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  2. Y por supuesto, también están las bayas de arbustos que ya he comentado en posts anteriores que dan color al otoño y al invierno.

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    1. Es así idoor lasndcaping, no tenemos que renunciar al colorido que nos proporcionan bayas y frutos para decorar el jardín. Un saludo.

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