Si existe un árbol que
represente al otoño con todo su esplendor para un urbanita amante de la
naturaleza como yo, ese es sin duda el plátano
de sombra. Antesala del importado Halloween y la más cercana Navidad,
encontrarme en la acera con las hojas ocres, pardas y rojizas de este árbol de
alineación es signo de ilusión por lo que estar por venir. Si debiera existir un
rey de los arboles urbanos yo creo tendríamos que otorgarle tan majestuoso
título al plátano de sombra.
Tal es el predominio
de esta especie arbórea en las calles de las ciudades que en Barcelona se ha convertido en el árbol
típico de Las Ramblas. De hecho su población llegó a tal punto que representaba
en 1997 el 70% del total de arboles de la ciudad, y aunque hoy en día este
predominio ha ido decreciendo para eliminar cierta monotonía visual, su uso
durante años se extendió a otras muchas ciudades. Fue la especie más
comercializada en viveros, derrocando a los olmos que tanto se plantaron en los
años 50 del pasado siglo XX pero que su uso y plantación terminó muy mermada
por la aparición de la grafiosis.
Desde mi punto vista,
el tema de la monotonía visual es algo relativo, pues la repetición realizada
con armonía puede crear entornos urbanos en equilibrio. Sí considero que se
debe limitar la proporción para aumentar la biodiversidad arbórea y, sobre
todo, para utilizar el árbol que mejor se adapte según su desarrollo,
morfología y características climatológicas a su ubicación final dentro del
acerado de viario, para después no encontrarnos con problemas de levantamiento
de pavimento por las raíces o que las ramas del árbol estén totalmente pegadas
a la fachada de un edificio por ejemplo. Lo que viene a ser una planificación
del desarrollo urbano adecuado, sensato y sostenible.
Con una planificación
adecuada no veremos apeos indiscriminados y podas arboricidas como la podas de
terciados que se aplican aquí en Sevilla, precisamente en esta época del año, y
que consisten en dejar tres únicas ramas a los arboles, sin nada de copa y
arruinado totalmente la forma aérea natural del árbol. Las podas de terciados
sí que suponen monotonía visual! ver todas la copas de los árboles con la misma
triste forma.
Nunca me cansaré de
ver un hermoso plátano de sombra que crece en los jardines de lo que fue el
pabellón de Líbano en la exposición Iberoamericana de 1929 en el Parque de Mª
Luisa. Ha crecido sin ser podado por sistema y se puede ver con claridad la
majestuosidad de su porte, la grandeza de su forma.
Además, este tipo de
podas, cuando no se realiza un tratamiento fúngico posterior al corte, provoca
que le ataquen severamente hongos necrófilos, dando como resultado ramas con
peligro de desprendimiento y huecos en la corteza donde pueden vivir todo tipo
de animales como gatos o palomas que con su actividad incrementan aún más los
daños producidos.
Las especies de plátanos
de sombra que se cultivan en España son dos básicamente, Platuanus acerifolia y Platunus
hispanica, a los que se une el híbrido de ambos, Platanus x hibrida.
Existe un libro que
pienso que poseemos todos los jardineros y paisajistas, Deodrendon de Rafael
Chanes, que me encanta porque aparecen todos los arboles y arbustos que
utilizamos en jardinería representando su silueta, su forma natural, junto a la
figura de un hombre para comparar la altura que puede alcanzar. Por su puesto
entre estas hermosas formas y volúmenes que nos regala la naturaleza y que en
muchas ocasiones obviamos, ignoramos y hasta cambiamos a nuestra voluntad,
destaca con grandeza la forma del plátano de sombra. Protagonista de avenidas y
calles en las urbes, el representante sin igual del otoño en las ciudades, el
rey árbol.
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gracias por tu comentario al final del post.
Es uno de mis arboles preferidos pero nunca me había fijado que había varias especies. Gracias
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