La naturaleza, por si
sola, es sin duda la mejor diseñadora de paisajes que existe. Cada vez estoy
más cercano a esa idea y cada vez descubro nuevas curiosidades que me confirman
este hecho. Cuando menos me lo espero veo cualquier espacio verde donde es el
propio medio natural el que toma posesión del terreno y crea jardines que bien
podrían atribuirse a un afamado paisajista.
Es cierto que hay que
hacer un ejercicio de imaginación fomentado por el claro contraste entre los
vanos intentos del hombre por gobernar a la naturaleza y las espontáneas
apariciones de ésta que puede llegar en algunos casos de forma inverosímil. Un
ejemplo, cuando vemos en los tejados de algunas casas el crecimiento y
desarrollo de hierbas en lugares donde el desarrollo radicular es ínfimo.
¿Imaginación? Tal vez no. Son muchos los casos que allí donde te lleva la
imaginación es ampliamente superado por la realidad.
Toda esta metafísica barata
sobre la naturaleza y el hombre es producto de curiosidades que me encuentro
por el camino. Mejor dicho, por la carretera. El otro día pase por una
urbanización donde se habían ejecutado un par de rotondas más otro par de
medianas. Como no puedo evitarlo, me baje del coche (no os preocupéis, era un
sitio seguro) y me puse a hacer fotos.
Desde lejos ya se observaba que el estado de la conservación en lo
que a jardinería se refiere era paupérrimo. Con la llegada de las nuevas
urbanizaciones se crean nuevos metros cuadrados de superficie verde que se
ejecutan pero después no se tiene en cuenta que todos estos espacios hay que
mantenerlos. Es lo que realmente cuesta dinero, la conservación.
Me acerco un poquito más. Ya voy viendo y confirmando lo que me
temía. Las rotondas y medianas han sido diseñadas con la simple colocación de rosales
floribunda y algunas palmeras washingtonias. Ah! También posee un sistema de
tuberías de riego… que no está en funcionamiento. Lo que yo decía, se proyecta
la obra, existe una partida presupuestaria para su ejecución, pero no una para
su posterior conservación.
Todo esto me llega a
plantear una serie de cuestiones sobre el crecimiento desmedido de las ciudades
que ha provocado la proliferación de estos espacios verdes que a la postre
acaban degradados en muchos casos. La proliferación de toda vegetación espontanea
en estas superficies origina un problema en verano, pues se seca convirtiéndose
en pasto que puede provocar un incendio muy cerca de las casas de la urbanización.
Al final, la administración correspondiente opta para poder mantenerlo por la
aplicación de herbicida de amplio espectro que es la forma más económica de
eliminar esta hierba y se evita que crezca. Y yo me pregunto ¿Es mejor crear
estas zonas de vegetación y dejarlos después abandonados? ¿Es mejor no crear
estos espacios verdes para no tener que mantenerlos y que no acaben en tan
lamentable estado?
Lo observo desde muy cerca. La naturaleza tiene la respuesta a estas
preguntas. Ella se encarga de crear donde nosotros los hombres nos hemos
desentendido. Las lluvias de septiembre, al igual que ocurre en sierras, en
campos, en dehesas, ha provocado la proliferación de un manto verde así, muy
natural. Incluso, ahora que estoy tan cerca, la imagen parece que cambia y lo
que era un terreno sin atender, sino sabes lo que es, puede pasar por un jardín
de la nueva ola de perennes. Nueva tendencia en el diseño de jardines donde el
paisaje natural es el protagonista y el jardín se integra dentro de este
entorno fusionándose. Como ocurre con estas rotondas y medianas tan naturales.
¿No os parece?
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¿Qué pena verdad José Luis?, tanto espacio verde mal planificado y posteriormente desatendido. Pero ésto es más habitual de lo que nos gustaría; proyectos de obras que poco o nada definen la jardinería y administraciones que se despreocupan por completo de mantener los espacios públicos en buenas condiciones. Lo del rosal más la palmera es un clásico... ¡un saludo!
ResponderEliminarMuy interesante la nota y deberíamos pensar en dejar zona con malezas naturales, pues ellas también aportan un manto de distintos tonos de verde, y floraciones que desbordan aunque sean pequeñitas. Quizás se pueda mantener cortando el "pasto" por las zona de senderos y espacios para bancos o juegos y sería mas sano el ambiente para que jueguen nuestros niños, descansemos nosotros, respiremos aire limpio además de ser económico. Saludos.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu artículo, además coincido contigo en mucho de lo que dices. Por aquí también hay jardines abandonados en urbanizaciones fantasmas, polígonos, etc. Los que nos muestras han tenido la suerte de recibir lluvias porque sino sería un páramo como alguno que he visto y me ha dado mucha pena. También se han recortado los gastos en jardinería y se nota el descuido en los parques públicos.
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