Parece, con este
título, que voy a hablar de algo relacionado con aquel camarote de los hermanos
Marx en el que no paraban de entrar personas. A cada nuevo personaje que se
introducía en aquel reducido espacio Groucho añadía “¡¡¡Más madera!!!” Pero no, las entradas y salidas en un jardín
tienen que ver con ciertos “palabros” de origen científico como son flujo de biomasa.
Todo parte del hecho
de que un jardín nunca dejó de ser un
ecosistema, muy influenciado antropológicamente eso es cierto, pero a pesar
de ello un sistema en el que coinciden elementos vivos con comportamientos
espontáneos y que por mucho que queramos, no podemos controlar en su totalidad.
El flujo de biomasa es la cantidad de seres
vivos (insectos, aves, hongos, plantas,..) que entran y salen de un ecosistema,
a su vez, estos mismos seres vivos contribuyen a la circulación de nutrientes y
de agua entre el exterior y el interior del sistema. Como nos estamos centrando
en el jardín biológico donde no se
utilizan fertilizantes comerciales y productos fitosanitarios de síntesis, de
alguna forma debemos reponer estos nutrientes al suelo que absorben nuestras
plantas o combatir las enfermedades y plagas pero respetando e integrando el
jardín con el entorno natural de tal forma que el flujo no se interrumpa, continuando con el “trajín” de sustancias, bichos, plantas o agua que van y vienen en
el jardín.
Podemos empezar con
los nutrientes que absorben las plantas del suelo y que hay que reponer para
que no se degrade quedando empobrecido. Recurramos a la frase de Groucho ¡¡¡Más madera!!! Y es que utilizando los
restos de poda para preparar un compost
artesanal con el que fertilizar devolvemos al suelo parte de los nutrientes
que necesita para mantenerse rico en sustancias minerales. A la compostera, que
es un contenedor que podemos colocar en un lugar apartado del jardín, con una
pantalla vegetal para evitar ser visto, le añadimos además de los restos de
poda, hojas, restos de frutas u hortalizas, y agua para que después el tiempo y
el oxigeno hagan el resto. Este contenido hay que removerlo con frecuencia para
que las bacterias que se encargan de la descomposición de los restos puedan
actuar homogéneamente por todo el compost. Contra menos recuerde y se aprecien los
restos de los que proviene el compost mejor elaborado y más eficiente será.
¡¡¡ Más madera!!!... al suelo. Otro factor que podemos utilizar
para que el suelo mantenga una buena estructura, que mantenga una textura
adecuada, que presente un buen drenaje y, con todo ello, favorecer la retención
de agua, es promover la aparición y
conservación de lombrices. Así que más bichos para nuestro jardín biológico
que con su actividad de remover y crear pequeñas galerías van a conseguir enriquecer
aún más el suelo; no solo esto, van a ocupar parte del nicho ecológico, un espacio finito de nuestro jardín en el que solo
pueden vivir un número determinado de seres por lo que debemos procurar que
solo lo habiten aquellos insectos, plantas, animales, etc., que nos reporten beneficio
al vigor del jardín.
Volvemos a recurrir nuevamente
a la frase de Groucho ¡¡¡Mas madera!!! En
forma de fauna auxiliar que sea
capaz combatir las plagas que azoten nuestras plantas. Para fomentar su
aparición podemos tener plantas que los atraigan e, incluso, ya existen en el
mercado una gran cantidad de “casitas”
de madera con unos taladros para que puedan vivir estos insectos. Cuando estuve
en el pasado Festival Internacional deJardines 2014 de Allariz, en Galicia, uno de los jardines que se
presentaron al concurso era todo él un gran hotel para la fauna auxiliar. Bug Hotel era su nombre.
Pero no solo hay
insectos beneficiosos, también existen
hongos y bacterias beneficiosos que contribuyen a la ocupación del nicho
biológico y al continuo flujo de biomasa. Un gran conjunto de elementos vivos
que enriquecen y mantiene en movimiento el jardín botánico, quizás el más
extremo de todos en cuanto a su sentido de mimetización natural, pero no
debemos olvidar que en realidad todos los jardines son ecosistemas, lo queramos
o no, que nunca controlaremos definitivamente y que podemos favorecer con
algunas simples prácticas culturales. Mi idolatrado Groucho apuntó una ¡¡¡Más madera!!! Que nuestro espacio
esté ocupado únicamente por aquellos seres que más favorecen al jardín.
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