3 de diciembre de 2015

Errores en el planteamiento de las zonas de un jardín

El caso del ajardinamiento del Prado de San Sebastián de Sevilla es un magnífico ejemplo jardinero para contar muchas cosas, aunque lo más flagrante y destacado es el error  cometido en la zonificación de este espacio verde. Toda ésta explanada fue durante muchos años el lugar donde se celebraba cada año la Feria de Abril. Yo no llegué a contemplar casetas, vestidos de volantes, con sus correspondientes claveles y peinetas adornado el sedoso cabello que acompaña a hermosos rostros de mujer, o bailes por sevillanas. Tampoco vi el fino llenar los catavinos para, posteriormente, humedecer gargantas ávidas de fiesta y alegría. Cuando tuve la oportunidad de ir a La Feria, ya se había trasladado a su actual ubicación en el barrio de Los Remedios. Si lo llegué a conocer como aparcamiento y, algún tiempo después, tras indecisiones varias, el Parque en que quedó convertido. 
  
Callistemum en los nuevos parterres ajardinados del Prado de San Sebastián 
 Mucho más macabro y alejado del ambiente festivo que ocupó el Prado de San Sebastián, fue el uso que le otorgó la “Santísima” Inquisición, que utilizó el espacio para llevar a la hoguera a todo hereje que consideró oportuno. Por eso, al enterarme que el terreno aledaño al Parque de María Luisa, muy cercano al Real Alcázar y los jardines de Catalina de Rivera y Murillo acabaría siendo, como no podía ser de otro modo, un gran Parque funcional con distintas zonas con un uso asignado a cada uno de ellas, me lleve una gran satisfacción. Además era un Parque que, siendo diseñado para el disfrute y esparcimiento de los ciudadanos, no dejaba de tener distintos jardines, dentro del propio parque, que le concedían un valor añadido al margen del esparcimiento de los usuarios.

Se planteó una gran Alameda Central que pudiera ser ocupada por escenarios y puestos ambulantes, se plantaron grandes árboles (Tipuana tipu, Jacaranda mimosifolia, Lagunaria patersonii,…), que dieran sombra, se construyeron dos grandes láminas de agua laterales que recorrían el Parque de Este a Oeste, y se ajardinaron parterres con abundante vegetación. En este punto me detengo para contar un hecho curioso que ocurrió en relación precisamente con la multitud de plantas que se plantaron. Para que durante la inauguración del Prado de San Sebastián apareciera frondoso, se colocaron plantas con una densidad mayor de la habitual con la intención de arrancar algunas a medida que fueran creciendo y ocupando más espacio. No entro a opinar al respecto, prefiero que seas tú quién deje su opinión sobre esta práctica en el apartado comentarios.   

También se plantearon dos kioscos/bares en las esquinas Sur (junto a el Consulado de Portugal, un edificio cuya construcción que se remonta a la Exposición Iberoamericana de 1929) y otro en la esquina Norte, más cercana a la Estación de Autobuses de Cádiz y de explotación municipal. Finalmente, para completar la zonificación, se estableció una zona de juegos infantiles en la entrada que da al Rectorado de la Universidad de Sevilla y una zona ajardinada con paseos y juegos de agua en toda la cara Este del Parque, junto a la vivienda de los vecinos de la calle Diego de Riaño, lo que a la postre resultó un gran error de planificación.

Con el paso de los años, la Universidad quiso construir una gran biblioteca en esta última zona Este del Parque. Se estableció un concurso de arquitectura que finalmente ganó la prestigiosa arquitecta iraquí Zaha Hadid y pronto comenzó la construcción de un edificio que estaba destinado a convertirse en hito en la ciudad hispalense. La confrontación llegó con los vecinos de las calles Diego de Riaño y Huerta de la Salud, a los que la nueva biblioteca les impedía el acceso fluido hasta la zona de juegos infantiles que había sido instalada en el extremo opuesto del parque y, por tanto, era el espacio más alejado de las viviendas. Los vecinos denunciaron la recatalogación de la zona verde lo cual supuso, tras años de litigio, que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía dictara un fallo a favor de los vecinos. La consecuencia fue la demolición de lo construido hasta la fecha y la recuperación del espacio verde tal y como estaba antes de comenzar las obras, perdiéndose por el camino los 4 millones de euros invertidos por la Universidad de Sevilla. No soy adivino. Quizás haya motivos más profundos que desconozco y que propiciaron este desenlace, pero puede ser que si la zona infantil hubiera estado junto a las vivienda de los vecinos y, la nueva biblioteca ubicada frente al  Rectorado de la Universidad de Sevilla, todo hubiera sido muy diferente. Tan solo con haber planteado la correcta zonificación inicial del parque.  

Alameda central con los preparativos para celebrar la Navidad

Consulado de Portugal

Las fuentes restauradas con la calle Diego de Riaño al fondo

Lámina de agua lateral que recorre de extremo a extremo el parque

Lavanda

Nueva plantación de naranjos

Parterres ajardinados

Zona infantil. Tras las Melias se encuentra el Rectorado dela Universidad de Sevilla
                
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Muchas gracias por perder unos minutos de tiempo leyendo este post.

4 comentarios:

  1. interesante reflexion, me ha venido a la cabeza algo similar por aqui cerca... lo del despilfarro de dinero para nada tambien,pese a verse historias similares frecuentemente no dejan de abochornarme como ciudadano...

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    1. Lo triste es que estas historias no tiene pinta de que dejen de producirse Mario. Gracias por tu comentario.

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  2. Las "cabezas pensantes" no suelen hacer honor a su nombre. Triste (y caro) que prime la urgencia tanto del gobernante como la del vecino, luego...palos a la madriguera.

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    1. Eso es lo peor Juanse. En este país somos expertos en pasar la "patata caliente" a otros. En fin... Gracias por pasarte y dejar tu comentario.

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