La primera vez que tuve
conciencia para contemplar los paisajes dunares de Huelva tengo que reconocer
que me sorprendió. Tenía en mi cabeza una imagen preconcebida del bosque de los
cuentos y, en cambio, aquellos pinares que surgían de la arena blanca de las
dunas eran muy lejanos a los robledales o cualquier otra población arbórea situada
más al norte. Conforme me fui haciendo mayor entendí que los pinares eran
bosques, los bosques propios del sur, cercanos a la costa, con especies más
xerofitas pero aún así muy rico en biodiversidad.
Cuesta Maneli |