1 de junio de 2017

Disfruta el silencio

En 1990 el grupo británico de música electrónica Depeche Mode lanzó el sencillo Enjoy the Silence (Disfruta el silencio), canción que se encontraba englobada en su álbum Violator. El tema lo compuso, así como el resto del disco, Martín Gore, pero al igual que otras muchas canciones fue interpretada por David Gaham, voz habitual del grupo. En el videoclip de Enjoy The Silence, se observa a Gaham ataviado como un rey que recorre valles, bosques, playas, montañas nevadas y cualquier otro lugar donde poder sentarse a apreciar el tan ansiado silencio. Resulta paradójico que precisamente a través de la música se reclame este anhelo.

Jazmín azul (Plumbago capensis)

En la letra de la canción, Martín Gore no deja de repetir “Todo lo que quiero, todo lo que necesito, Está aquí en mis manos, Las palabras son tan innecesarias, Ellas sólo pueden hacer daño”,…. Hombre, yo no soy tan radical. No creo que todas las palabras sean innecesarias y que sean dañinas. Es más, para alguien que “junta” palabras a diario, las palabras son casi como respirar, y considero que empleadas de forma adecuada también pueden hacer mucho bien. Aunque estoy de acuerdo con Gore en echar de menos el silencio en muchas ocasiones y me gustaría, como el rey errante, encontrar ese lugar donde habita el silencio o, como mucho, el leve murmullo de la naturaleza. En especial me gustaría que hubiera silencio cuando realizo vídeos para subir a mi perfil de Instagram, aunque es realmente difícil cuando te encuentras en una ¿gran? ciudad. Aún me asombro de la increíble cantidad de ruido que es capaz de generar una localidad entre coches, maquinaria, personas, industria u obras y lo realmente complicado que resulta gravar la juncia (Cyperus rotundus) crecer espontánea en un parterre junto a una lámina de agua, las ramas de la Sophora japónica mecerse con el viento, observar el cielo a través de un marco que te deja el jazmín azul (Plumbago capensis), las rosas brillar con intenso colorido gracias a la fuerza que les proporcionan los rayos del sol en un parque, la abeja que recolecta el polen directamente de la hermosa flor de la lagunaria (Lagunaria patersonii), la Tipuana tipu en perfecta floración dorada que para eso es primavera, las blancas calas en un arriate que en Inglaterra llamarían border mix, o las flores de la catalpa que hacen honor al sobrenombre de especie Bignoninoide, pero son vídeos que nacen distorsionados con frecuencia por el sonido del tráfico, con cláxones y sirenas incluidas, el murmullo de cientos de voces que hablan (o gritan) a la vez o el martillo hidráulico que rompe por enésima vez el mismo asfalto. Por este motivo, he reunido todos los vídeos que he subido a Instagram hasta la fecha y he creado uno único en el que he eliminado por completo el ruido. En esta ocasión, ni siquiera he incluido una melodía (tampoco Enjoy The Silence), y he descartado subirlo a YouTube con sonido ambiental. Espero que las imágenes puedan ser apreciadas como merecen y, por supuesto, que sean disfrutadas en silencio.



                    
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