1 de marzo de 2018

Ser rastrero en el mundo vegetal tiene su importancia

A riesgo de que el título de este artículo pueda sonar un poco irreverente, lo cierto es que existe un tipo de plantas que por sus características, la capacidad que tienen medrar por el suelo, han venido a denominarse rastreras aunque es indudable el valor añadido que aportan al jardín. Además, no solo se arrastran, pues también pueden dejar colgando sus ramillas, hojas y flores si encuentran el medio adecuado para hacerlo, creando un efecto cobertura que genera frondosidad cerrando claros no verdes en el jardín. 

Mesem en un techo verde
Mesem en un techo verde

Quiero incluir en este grupo al romero rastrero (Rosmarinus officinalis var. prostratus), una planta que “habitualmente” es un arbusto aromático, pero tiene su familiar rastrero. Eso sí, botánicamente y paisajísticamente se comporta exactamente igual que un Mesembryanthemum o una Aptenia. El caso es que no deseo dejar atrás a ninguna porque las he empleado en el diseño de jardines con frecuencia e, incluso, he “jardineado” con ellas en otras tantas ocasiones y “el roce siempre hace el cariño”.  

Todas ellas consisten en especies vegetales tapizantes (o rastreras), que poseen pequeñas hojas carnosas con la habilidad de acumular agua en su interior. Gracias a ésta circunstancia, son plantas ideales para jardines de clima seco, pues se adaptan muy bien a condiciones de falta de agua. Aptas para xerojardinería. Son plantas que florecen copiosamente, desplegando una generosa manta de diminutas flores con variados colores. No obstante, la floración tan llamativa no suele durar mucho tiempo, al menos de manera tan copiosa, solo durante un período máximo de un mes en primavera.

Al ser un grupo de plantas tan mediterráneas, requieren de una exposición muy soleada para vivir, así como, desarrollar sus raíces en un sustrato suelto y poroso para que puedan encontrar numerosas cavidades bajo tierra donde fluya el aire. Otra virtud que poseen las plantas rastreras es su facilidad para multiplicarse mediante esquejes. Son capaces de cubrir una superficie en relativamente poco tiempo a partir de una sola mata. La época del año ideal para la propagación mediante esquejes es el otoño.

No quiero dejar pasar por alto que las plantas rastreras son candidatas idóneas para nuevas tendencias de diseño de jardines. Concretamente en jardines verticales y techos verdes. Mesem, aptenia o romero rastrero, tradicionalmente se han plantado en rocallas y otras localizaciones del jardín donde para otras plantas sería imposible desarrollarse. El poder crecer en cualquier recoveco, unido a las hojitas carnosas donde acumulan agua, nos ofrece la oportunidad de emplear una serie de plantas en unas condiciones de vida muy difíciles en jardines verticales y techos verdes, pero que ellas solventan sin problema alguno.

Las plantas tapizantes cubren de verde rápidamente cualquier superficie, ya sea en horizontal o en vertical. Pero además, se pueden plantar en macetas y jardineras, donde son muy fáciles de cultivar y también pueden vivir estupendamente bien creando un efecto “cascada” vegetal que no pasará por alto en un jardín, balcón o terraza. Y es que ser rastrero en el mundo vegetal, puede llegar a tener una enorme importancia para un espacio verde.

Aptenia cordifolia
Aptenia cordifolia

Romero rastrero (Rosmarinus officinalis var. prostratus)
Romero rastrero (Rosmarinus officinalis var. prostratus)
Romero rastrero en macetas
Romero rastrero en macetas

    
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