Las gramíneas constituyen la familia de plantas que supone el 24% de la
vegetación total del planeta. Un éxito a la hora de competir con otras especies
vegetales por el nicho ecológico, pues además de desarrollar mecanismos de
lucha, han sabido adaptarse a todo tipo de hábitats: desde zonas desérticas, pasando
por ambientes dunares y marítimos y llegando a la alta montaña.
Espiga de Pennisetum
alopecuriodes
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