8 de julio de 2020

Imaginación y fantasía para el jazmín de Madagascar


Madagascar está muy lejos, pero por suerte el jazmín que lleva su nombre lo podemos disfrutar mucho más cerca. En este artículo descubrimos una trepadora con flor color blanco lechoso y que se ha hecho un hueco en nuestra jardinería popular por su amplio valor ornamental, el cual ha sido suficiente motivo para hacer a un lado otras trepadoras tradicionales como bignonias, tecomarias o pandoreas.


Jazmín de Madagascar (Stephanotis floribunda)
Jazmín de Madagascar (Stephanotis floribunda)

El legado del jazmín, la añoranza del oasis en el jardín hispano-árabe, así como, la búsqueda de un vergel en medio del desierto, ha creado en mi opinión una desmesurada inclinación ha comparar la histórica enredadera con el resto de plantas que escalan árboles, muros, pérgolas o vallas. Y las comparaciones son odiosas. Así pues quedamos atrapados en un sinfín de trepadoras a las que despojamos de identidad propia y irremediablemente comenzamos a llamarla jazmín sin serlo. Valgan algunos ejemplos: jazmín del cabo, jazmín estrellado, jazmín azul,….
También imagino que cuando hallamos una nueva flor, inconscientemente lo asociamos a aquello que conocemos de nuestro lugar de origen y eso ha dado pie a la falta de diversidad en los nombres de las plantas. A veces necesitamos un poquito de imaginación, no solo para nombrar una planta, pues también es importante hacer composiciones de espacios verdes con su toque de fantasía para favorecer la pluralidad. Necesitamos gastar imaginación a raudales para favorecer la biodiversidad lingüistica y vegetal.
El jazmín de Madagascar (Stephanotis floribunda) es otra de estas plantas trepadoras que ha recibido el legado de nuestro jazmín de toda la vida. Sin embargo por si misma destaca con personalidad propia gracias a su asombrosa flor. Llega a ser tan llamativa que incluso es usada para adornos florales en diseño de interior.
La flor parece estar hecha de cera, de ahí ese aspecto lechoso. Pero no tiene nada que ver, pues esta muy viva con sus cinco pétalos estriados acabados en un alargado tubo del mismo aspecto céreo que el resto. Alcanza los tres centímetros de largo y nunca lo hace sola, pues crea inflorescencias en racimo durante el verano que es cuando se produce la floración. Son además muy aromáticas.
El resto de esta planta consiste en una trepadora leñosa de hojas perennes, coriáceas y brillantes. El clima al que se adapta a la perfección es aquel que presenta temperatura moderada, abundante humedad ambiental y ciclos de veranos calurosos e inviernos suaves. Ese es el motivo de que se adapte tan bien a la atmósfera marítima del sur de la Península Ibérica. En lugares donde no se dan estas condiciones es posible cultivar jazmín de Madagascar en interior en maceta, procurando reservarlo de las corrientes frías y proporcionando mucha iluminación.


Flor de jazmín de Madagascar
Flor de jazmín de Madagascar

En el siguiente vídeo del canal de RioMoros se aprecia perfectamente bien la capacidad que tiene la flor de Stephanotis floribunda de proporcionar fantasía a un espacio verde.



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4 comentarios:

  1. Hermosos jazmín amigo José Luis en el que hemos coincidido su publicación esta semana, ni aposta lo hubiéramos hecho.
    Un abrazo y buen resto de semana.

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    1. Pues ha sido pura casualidad. Yo llevo varios días desconectado y el artículo lo tenía preparado de antes, pero a mi me gusta que escribamos sobre lo mismo porque aportamos distintos puntos de vista y creo que eso enriquece la información que ofrecemos. Un saludo Juan.

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  2. Respuestas
    1. Si, son hermosas. Tengo suerte de poder disfrutarlas por aquí cerca, pues no se da bien el cultivo de esta trepadora en todos los climas. Un saludo Toni y gracias por dejar tu comentario.

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