4 de abril de 2021

Cómo podar lavanda cada año

 

La lavanda es considerada un semi-arbusto o subarbusto, una planta perenne con flores maravillosas y fragantes que suele estar presente en muchos jardines. Esta planta es muy fácil de cultivar y de bajo mantenimiento. No obstante, para mantenerla feliz, saludable y con buena apariencia, es fundamental que sepas cómo podar la lavanda, ya que tendrás que hacerlo cada año si quieres disfrutar de su belleza.

Floración de lavanda 

Imagen de Annette Meyer en Pixabay


¿Por qué es necesario podar la lavanda? Podar la lavanda es muy importante porque si no lo haces, se tornará leñosa rápidamente, lo que puede hacer que luzca poco atractiva. Además, los tallos leñosos son propensos a sufrir daños por heladas como así también enfermedades. 

Por tanto, la poda de la lavanda mantendrá a este arbusto en una forma mucho más compacta y agradable y hará que luzca verde, flexible y vigorosa. Si tienes un arbusto de lavanda que no has podado en los años anteriores y, por ende, se ha vuelto leñoso y desmejorado, lo mejor será sustituirlo, dado que la lavanda no crece a partir de madera vieja.

Además, la lavanda tiene raíces poco profundas por lo que es susceptible a la pudrición debido al exceso de humedad. Gracias a la poda, fomentarás el crecimiento de las mismas, sobre todo en invierno, cuando la planta almacena energía en ellas. Un sistema de raíces fuerte es esencial para que cualquier planta prospere durante muchos años.

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Es posible que sin darte cuenta ya hayas podado tu planta al quitarle algunos de sus tallos florales para usarlos en tu hogar. Pero, hacer un buen corte cada año hará que tus plantas se vean bien y se mantengan saludables por mucho tiempo.

Si las flores de tu lavanda han perdido su bello color, entonces es un buen momento para podarla. Las abejas y otros insectos polinizadores ya no las visitarán porque dejarán de ser atractivas para ellos y se tornarán grises y, luego, se secarán. Ten en cuenta que a pesar de que pierdan su color, las flores secas de la lavanda pueden continuar oliendo bien, así que puedes aprovechar y crear un lindo popurrí de flores secas.

En caso de que encuentres algunos tallos florales de buen color que sean visitados por las abejas, podrías entonces considerar dejarlos para que aun tengan acceso a ellos.

Poda inmediatamente después de la floración (a fines del verano) o a principios del otoño con unas tijeras de podar o podadoras manuales. Corta los tallos que no han florecido justo por la base y, los tallos que sí han florecido y se han secado justo por encima del primer nivel de hoja para darle a la planta una forma de globo.

Luego, a principios de la primavera corrige la forma de la lavanda mediante una poda rápida, también llamada poda de mantenimiento o formación. Elimina cualquier follaje dañado por las heladas para mantener la planta sana y abundante. Si la planta tiene un aspecto despoblado o una forma alargada, realiza una poda más intensa para corregir el desequilibrio.

Nunca elimines todas las hojas de la planta o correrás el riesgo de que se seque. Con el material cortado puedes realizar esquejes y obtener plantas nuevas.

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2 comentarios:

  1. Amigo José Juis, me vas a disculpar que no te lea, pues tengo una fuerte irritación de ojos que llevo arrastrando unos días y voy con gafas de sol.
    Después de tantos años trabajando en despachos entre cuatro paredes y ahora últimamente también mucho ordenador, al final la vida te pasa factura.
    Un abrazo amigo y buena semana entrante.

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