Corren nuevos tiempos y eso exige renovarse. La plantación de nuevos ejemplares de árboles incrementa el patrimonio arbóreo urbano y amplia el abanico de especies en las calles. El fin que justifica esta renovación es fomentar la biodiversidad adecuándose siempre a las particularidades de cada entorno. Este es el motivo de que se haga necesario encontrar nuevas especies que puedan aceptar la responsabilidad de tomar las calles y mejorar la infraestructura verde existente.
Copa de Photinia serratifolia
Imagen de Jebulon en wikimedia commons
Al aumentar la diversidad arbórea disminuimos la posibilidad de que los distintos patógenos se propaguen con facilidad entre el arbolado urbano, pues virus, hongos, bacterias y plagas les costará encontrar un huésped donde se sientan cómodos. Esta barrera de biodiversidad contra enfermedades nos conduce a árboles más sanos y evita caídas de ramas, podas severas y apeos drásticos.
Otro beneficio de incorporar nuevos árboles a las calles es que descubrimos especies que encajan mejor en el entramado urbano. Especies arbóreas con un tamaño adulto ideal para calles más estrechas y que no interfieren con el mobiliario de las calles, así como, permitir la circulación de peatones y vehículos. Todo ello sin perder un ápice de belleza ornamental.
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Uno de estos árboles que empieza a hacerse un hueco entre el arbolado de viario es la fotinia (Photinia serratifolia), una especie arbórea de la familia de las Rosáceas interesante por la coloración rojiza del envés en sus hojas jóvenes y la copiosa inflorescencia primaveral de color blanco. La fotinia es un árbol perenne, a veces usado como arbusto, que puede alcanzar hasta doce metros de altura, pero nosotros lo encontraremos en viario como un arbolillo de unos cinco metros de altura.
Por otro lado, desde Japón ha llegado uno de los árboles que más lucen en primavera, el cerezo de flor o sakura (Prunus serrulata), que tímidamente va ocupando los alcorques urbanos de occidente. Se diferencia de otros árboles del género Prunus, porque tiene el limbo de las hojas aserrado y por su corto pecíolo, además no produce frutos. De todas formas, destaca por sus delicadas flores rosadas que para los guerreros samuráis representaban lo efímero de su vida y las gotas de sangre derramadas en sus batallas.
Hasta ahora hemos descrito árboles pequeños, que en determinados casos pueden ser tratados como arbustos. Sin embargo la altea (Hibiscus syriacus) es el ejemplo contrario, pues se trata de un arbusto que podado con forma de arbolillo lo podemos encontrar ya en viario de localidades cercanas al mar. Es otra planta de flores singulares y, además, variados colores: blancas, rosas, moradas, etc. Cada flor tiene una vida de tan solo un día, pero como la altea produce muchas siempre podremos encontrar algunas en su copa durante su período de floración que es larguísimo, pues perdura desde primavera hasta otoño.
Fotinia, cerezo de flor y altea, un interesante puñado de nuevos árboles para viario que nos recuerda la importancia que tiene incorporar nuevas especies arbóreas al entramado urbano y así favorecer el bienestar en las ciudades.
Flor de Prunus serrulata
Imagen de Oldiefan en pixabay
Flor de Hibiscus syriacus
Imagen de manfredrichter en pixabay
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Me parecen muy tres buenas opciones para renovar el arbolado de nuestras ciudades. Todas las razones que apuntas en el artículo son buenas para introducir nuevas especies. A ver si lo lee alguien con poder de decisión en este aspecto. Saludos.
ResponderEliminarEsos tres árboles ya se están empezando a plantar en viario, pero es verdad que muy tímidamente. El cambio de escenario está ahí, lo que hace falta ahora es que coja impulso.
EliminarUn saludo Paco.
Así es amigo José Luis, estas especies ya se ven por mi tierra, mínimamente pero ya empiezan a verse. Buena medida sería la de cambiar ciertos arboles muy molestos para fachadas de casas y con facilidad de tronchar ciertas ramas, al parecer ya se va tomando poco a poco conciencia del tema, aunque sea lento, algo ya se suele ver.
ResponderEliminarUn abrazo y buen resto de semana.
Es además lo mejor para árboles de gran porte. Algunos se ven obligados a malvivir a base de podas drásticas por no tener espacio para desarrollarse y no queremos eso.
EliminarUn abrazo Juan.
Hola José Luis, muy interesante lo que comentas ya que ciertamente hay algunos árboles que molestan bastante y es una pena que cuando están hermosos los poden de manera drástica o los corten. Así que a ver si toman nota. Un fuerte abrazo y un placer saludarte de nuevo.
ResponderEliminarHola Lola. Cada especie debe ocupar el espacio apropiado que le permita crecer de forma natural y existe variedad como para elegir la adecuada.
EliminarUn abrazo fuerte. Yo también me alegro de leerte por aquí.
Muchas gracias y feliz domingo. Un abrazo. Saludos
ResponderEliminarFeliz semana, Lola. Un abrazo.
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