17 de agosto de 2021

Las hormigas y el jardín

 

A pesar de estar estrechamente vinculados, hormigas y jardín o cualquier otro tipo de espacio verde siempre han estado enemistados, y eso que las hormigas directamente no suelen actuar como una plaga que pueda afectar a nuestras plantas. Pero lo cierto es que el comportamiento de las hormigas puede suponer una molestia para los usuarios, así como, su asociación con otros insectos como los pulgones puede afectar a los vegetales. En este artículo vamos a ver el comportamiento de las hormigas y algunos consejos para controlarlas.

Hormiga “pastoreando” un grupo de pulgones

Hormiga “pastoreando” un grupo de pulgones 

Imagen de Henrik Jensen en pixabay

Las hormigas han llegado a casi todos los puntos del planeta. Es un organismo que triunfa allá donde va gracias a las sociedades estructuradas que forman y a la capacidad que poseen para resolver problemas complicados, pues es una cualidad que les permite elevar el rendimiento de los recursos disponibles en el medio, cambiar hábitats para hacerlos aptos y mejorar su respuesta en caso de tener que defenderse ante una adversidad.

La tan alabada sociedad que forman, y clave de su éxito, hace que se comporten como un único individuo. Esta sociedad se basa en la división del trabajo y la comunicación entre ellas, ya que trabajan al unísono en apoyo de un bien común que es la colonia que forman.

La compleja estructura social de las hormigas vive en hormigueros, los cuales consisten en un conjunto de galerías construidas bajo tierra y que posee una salida al exterior en forma de cráter. A su vez, estas comunidades están formadas sobre todo por hembras estériles sin alas que forman castas obreras (son las que solemos observar en el jardín), soldados u otros grupos especializados. También cuentan con algunos machos fértiles y una o varias hembras fértiles que son las llamadas reinas.

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La ciencia que estudia las hormigas dentro de la entomología se llama mirmecología y la pasión por este insecto himenóptero es tal, que sus devotos construyen hormigueros entre dos placas transparentes para observarlas y estudiar su comportamiento dentro de la colonia.

Si después de analizar la biología que rige el comportamiento de las hormigas no hemos despertado tu simpatía por las hormigas, estando aún dispuesto o dispuesta a acabar con ellas, lo primero que debemos aclarar es que es imposible eliminar de un espacio verde todas las hormigas y mucho menos para siempre. En cambio, podemos controlar su población y mantenerla a raya obteniendo un equilibrio para poder convivir.

El método más eficaz para establecer un control de la población de hormigas de jardín es a través de un cebo granulado atrayente. Este tipo de producto se usa aplicando una pequeña proporción no superior a la cantidad de una cuchara de café junto al hormiguero, las hormigas obreras se ven atraídas porque piensan que es alimento y lo distribuyen por las galerías acabando con la colonia.

El inconveniente que posee este tipo de productos es que pueden dañar gravemente el medio acuático y los organismos que viven en él, por eso es conveniente que la aplicación sea realizada por personas con experiencia. Tampoco olvidar que las hormigas forman parte del ecosistema del jardín, contribuyen positivamente a la dinámica y flujo de biomasa y por ese motivo debemos buscar siempre un equilibrio que permita la convivencia.

Hormiga de jardín 

Imagen de Beverly Buckley en pixabay

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