En el diseño y
construcción de jardines, la primera fuente de inspiración debe ser el paisaje,
que es el origen primordial de sus materiales. En el mundo actual es complicado
encontrar un paisaje natural y que no haya sido modificado por el hombre. Pero
existen paisajes “culturizados” que aun conservan un cierto carácter primitivo,
paisajes que han sido alterados por razones más básicas y productivas que la
decoración o la comodidad. Como las dehesas que se extienden en la península
ibérica, que constituyen un ecosistema de origen mediterráneo formado por especies
arbóreas -principalmente Encinas y Alcornoques, pero también Pinos y Hayas-, y
donde a través del inicial clareo de un bosque denso y posterior control de la
vegetación leñosa, se consigue la estabilización del pastizal y su
aprovechamiento económico.
En el ejemplo de
diseño adjunto he tomado la idea de la dehesa como fuente de inspiración y lo
voy a integrar en una vivienda de tipo moderno utilizando formas geométricas en
su distribución.
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Para comenzar, en el
cerramiento de la propiedad propongo construir un muro de piedra (nº 1) imitando
los muretes que encontramos en las dehesas y que sirven para contener al
ganado. Sobre este muro no vamos a colocar ningún tipo de vegetación porque
considero que es un elemento más del jardín, que no requiere de vegetación
adicional para señalar su presencia, y que con el tiempo el musgo que crecerá
sobre el mismo le conferirá un aspecto naturalizado.
En la entrada de la
vivienda vamos a colocar una alineación doble de Arbutus unedo de tamaño ejemplar (Madroño nº2), en una superficie
rectangular delimitada por un borde de ladrillo imitación viejo (nº 3), y que
contiene una cobertura de canto rodado de rio (nº4). Seguidamente, sobre dos
formas rectangulares que se funden, proyectamos una alineación de Quercus ilex (Encina nº 5), que
plantaremos en el rectángulo pequeño y bajo el cual extenderemos canto rodado
de rio (nº4). En el rectángulo contiguo y más grande plantaremos una masa
arbustiva de Lavandula angustifolia (Lavanda
nº 6), y delimitaremos ambos rectángulos con una hilera de ladrillo de
imitación viejo (nº 3). Este conjunto lo repetiremos cinco veces a una
distancia de diez metros hasta llegar al muro trasero del jardín. En este muro
trasero plantaremos una pantalla formada por Populus alba “bolleana” (Álamo blanco piramidal nº 7), como se
observa en el plano adjunto.
Finalmente, en el
centro de la piscina, he proyectado una isla rectangular delimitada por una
fila de ladrillo imitación viejo (nº 3), y entre los cantos rodados de rio (nº4),
plantaremos una masa arbustiva de Typha
latifolia (Eneas nº 8). Esta formación se repite en la esquina de la
piscina para darle continuidad hasta llegar a la parte trasera de la vivienda.
En toda la superficie
del diseño sembraremos una pradera de césped (nº 9), de esta manera evocaremos
los pastizales característicos de la dehesa.
Las claves de este
diseño son:
1º Utilizar el paisaje
como fuente de inspiración. En este caso la dehesa.
2º Integrar el muro de
cerramiento dentro del diseño del jardín y darle su propia importancia dentro
del conjunto.
3º Hemos utilizado
formas rectangulares para fundir una vivienda con un diseño moderno y un
paisaje primitivo como es la dehesa.
4º
Y hemos colocado una isla en la piscina
imitando los elementos que podemos encontrar en un arroyo.
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