Olivilla (Teucrium fructicans) |
La Olivilla (Teucrium
fructicans) es otro arbusto de origen Mediterráneo con el que vamos a continuar
con la serie de entradas comenzadas con la Adelfa y el Durillo.
Como se aprecia en la
imagen adjunta, la olivilla es capaz de formar una masa arbustiva con follaje
de color grisáceo. Sus flores aparecen durante el verano –aunque pueden
aparecer en invierno si no se poda-, son de pequeño tamaño, de color azulado y
se reúnen en agrupaciones en el tramo final de las ramas.
¿Qué nos proporciona la olivilla al aspecto de nuestro jardín?
Para empezar este arbusto se puede utilizar tanto como pie aislado, como formando agrupaciones arbustivas, pues el color grisáceo de sus hojas nos produce un llamativo contraste con el verde habitual del jardín. Otro aspecto interesante es que admite poda para realizar algunas formas como conos o esferas, motivo por el cual encontramos a la olivilla formando setos y borduras con frecuencia.
Su resistencia a la
sequia y a las altas temperaturas, así como, su predisposición a vivir cerca
del mar, hacen de este arbusto un elemento interesante para nuestro jardín mediterráneo.
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