He realizado
recientemente una visita a los Jardines de Moratalla, ubicados en el término de
municipal de Hornachuelos (Córdoba). La
cancela principal, que no pasa desapercibida por sus formas templadas en hierro
y por los dos jabalís de piedra que la custodian, pasa junto a la N-431 y se
encuentra frente a la estación de ferrocarril.
Eleuterio Calleja Marchal en Los Jardines de Moratalla |
Eleuterio Calleja
Marchal, Técnico Coordinador del Departamento de Jardinería del Centro IFAPA de
Palma del Río, lleva estudiando los Jardines de Moratalla desde 1984, ha
escrito numerosas publicaciones sobre los mismos, y tuvo la amabilidad de
acompañarme en esta visita, facilitándome, además, el acceso a la propiedad.
Un camino bordeado de
Eucaliptos y que pasa por unas parcelas agrícolas, nos dejó junto al Palacio. Desde
aquí iniciamos la visita.
Me comentó Eleuterio
que una de las mejores épocas para visitar Moratalla es la primavera, pero lo
cierto es que en otoño también encontramos imágenes inolvidables; dorados y rojos, los parterres se encontraban
inundados de las hojas de los Plátanos de sombra, ni si quiera los setos
recortados de Boj escapaban a esta invasión.
“Los primeros Jardines
en Moratalla son de entre 1850 y 1870, y se realizan por encargo del IX Marques
de Villaseca”, me contó Eleuterio, “posteriormente, en 1914, se efectúa una
ampliación en la que en la que interviene el arquitecto paisajista francés J.C.N.Forestier, que es contratado por el II Marqués de Viana”.
El resultado, “un
esplendido jardín de estilo romántico con una vegetación exuberante”.
Inicialmente “la finca contenía 2.000 fanegas de tierras, en la actualidad
consta de 22 hectáreas, 8 de jardín propiamente dicho y el resto de huerta
ornamental.”
Los jardines cuentan
con varias partes diferenciadas y que se han ido incorporando a lo largo de la
historia, según ha ido evolucionando. Eleuterio me guió con paso seguro por
todos estos espacios, mientras me comentaba las características singulares de
los mismos.
El jardín del s. XIX: Es el jardín que nos recibió al principio
de la visita, y el más antiguo del conjunto. Está compuesto por un seto de Boj
(Boxus sempervirens), que delimita parterres
de formas sinuosas que asemejan una flor. En el interior de estos parterres se
encuentra una masa de Agapanto (Agapanthus
unibellatus), completando el conjunto una cúpula de Plátanos de sombra (Platanus hispanica) y una doble
alineación de Castaños de indias (Aesculus
hippocastanum).
También había plantadas
Palmeras (Phoenix dactylifera), de
las cuales solo queda un ejemplar y en mal estado.
“La floración de los
Agapantos azules y blancos son un espectáculo de color a finales del mes de
mayo”, me apuntó Eleuterio.
El Palacio de Moratalla y El Jardín del S. XIX |
Continuamos con
nuestro paseo y recorrimos La Avenida de
Acceso, ampliación realizada por Forestier, y que destaca por sus ocho
terrazas, cada una de ellas con ornamento característico y peculiar.
En la primera terraza,
se erguían en un pedestal de mármol las cuatro alegorías a las estaciones del
año (Venus, Flora, Diana, y Andrómeda), pero según Eleuterio “en el año 2005
fueron retiradas para su limpieza”. En el centro de la terraza hay un enorme
jarrón que presenta figuras con animales y herramientas de caza, asimismo, dos
figuras sentadas son las asas.
En la segunda terraza
aparece una mesa circular con bancos. Es un reloj solar y que lleva sobre su
tablero los signos del zodíaco. Mesa del Zodíaco en el eje central de la Avenida de Acceso |
A continuación accedimos
a la tercera terraza, donde nos encontramos un estanque con forma de estrella
de ocho puntas, al que habíamos accedido a través de dos escaleras simétricas
de tres peldaños.
La cuarta terraza es
una de las que más llamó mi atención. En ella encontramos el laberinto, un
singular juego de agua que comienza en un estanque semicircular. ![]() |
El Laberinto de Agua |
En la quinta terraza
hay un estanque de forma poligonal, en la sexta, otro estanque de formas
estrellada y semicircular. En el centro de la séptima terraza existe otro
estanque con forma de estrella de ocho puntas.
Durante todo este
trayecto nos había estado acompañando un hermoso canalillo de ladrillo que une
los distintos estanques y juegos de agua de la avenida. Por supuesto nos dio
paso a la última de las terrazas, la octava, cuyo estanque rectangular se
encuentra lleno de Nenúfares (Nymphea
alba).
Siguiendo esta avenida
llegamos hasta la gran verja de hierro que mencione al principio. Está realizada
al más puro estilo versallesco, y fue diseñada por el propio Forestier.
Los dos enormes
jabalíes de piedra que custodian el acceso en realidad “al principio Forestier
proyectó colocar leones según los planos originales”, me explico Eleuterio,
“pero fueron sustituidos por los jabalíes, que son un animal más adecuado a la
zona donde nos encontramos”.
Verja de Acceso con los jabalíes de piedra |
Vista de la Avenida de Acceso |
Regresamos por la
Avenida, pero esta vez en sentido ascendente. Los dos taludes laterales estaban
llenos de especies diferentes: Cipreses, Cedros, Fresnos, Moreras, Adelfas,
Plumeros, Manzanos, Prunos, Opuntias, Árboles del amor, Nísperos, Buganvillas,
Lirios, etc. Todo en un permanente contraste de color orquestado por el otoño.
Nuestro siguiente
emplazamiento fue La Fuente Del Recreo
un jardín dividido en tres terrazas. Comienza en una escalera doble que cobija
un arco donde se encuentra la figura de un Cupido sentado.
Pasando por otra
escalera, son múltiples en este lugar, llegamos a una fuente circular que
alberga una masa arbustiva de Cala (Zantedeschia
aethiopica).
La Fuente del Recreo |
De aquí parte un
canalillo que desemboca en un estanque semicircular construido en piedra de
rocalla. “El antiguo Paseo de los Bambúes se regaba a través de aquí, y el agua
llegaba hasta el río Bembézar. Ahora está de forma salvaje con plantas en su
mayoría autóctonas”, me explico Eleuterio.
Accedimos por el
camino de las Espireas hasta La Pradera
de Violetas, una ventana al valle del Guadalquivir Cordobés, una gran
cúpula dorada de Plátanos y donde antiguamente crecían las violetas, pero que
hoy en día se encuentra plantado de Gramón (Stenotaprum
secundatum).
La Pradera de Violetas |
La visita se acercaba
a su fin. Fuimos por la parte trasera del palacio y dejamos atrás La Casa del Guarda Mayor, pasamos por
la huerta de Naranjos para, una vez allí, seguir un camino que nos condujo
hasta La Fuente del Venado, así
denominada por estar coronada por un ciervo de hierro fundido.
La Casa del Guarda Mayor |
El conjunto se compone de una montaña de lastras de pizarra de Sierra Morena, sobre el que se levanta el venado. En su mitad caía un enorme caño de agua a un estanque, también construido en pizarra. Según Eleuterio, “el estanque alcanza los 3 metros de profundidad”.
La Fuente del Venado |
Para finalizar, nos
introdujimos en la huerta, recorrimos algunas alineaciones de Naranjos y, tras
descender una fuerte pendiente, llegamos hasta La Fuente de Doña Leonor. Allí nos esperaba un frontón de ladrillo del
que brotaba un caño de agua natural de manantial que se vertía en un estanque. La fuente “fue realizada en 1913 y bautizada
con ese nombre por la hija del II Marqués de Viana. Sirvió en su día de zona de
baños”.
La Fuente de Doña Leonor |
Una vez que habíamos
completado la visita y nos dirigimos a la salida, mis últimas preguntas a
Eleuterio hicieron referencia al estado y futuro de estos esplendidos Jardines
de Moratalla: “La masa arbórea presenta un deterioro progresivo”, y añadió que
para la adecuada conservación de los jardines “es necesario que se cumplan las
actuales Leyes de Patrimonio de Andalucía”.
Atrás dejé Los Jardines de
Moratalla, declarados de Interés Histórico Artístico en 1983. Una
recomendación, no se los pierdan.
Ya puedes ver las imágenes de los Jardines de Moratalla en el video adjunto.
¿Te han gustado Los Jardines De Moratalla?
Participa y deja un comentario al final del post.
Hola qué estupendo recorrido has descrito en esta entrada de tu blog, me gustan especialmente los nombres científicos de las plantas que observaste y la descripción que junto con las fotos invita a imaginar un paseo a través del jardín. Debe ser magnífico visitarlo, echaré un vistazo a las otras entradas de tu blog, me he quedado intrigada por saber más. ¡Saludos!
ResponderEliminar