Llega junio y con él, un
fuerte calor propio de estas fechas. Ni que decir tiene que con esta subida
paulatina de temperatura el riego se hace fundamental en esta época del año en
que la llegada del verano se hace inminente. De ahí la importancia del riego en el jardín si queremos mantener éste en
perfecto estado ornamental, que luzca con dignidad y que se convierta en el
generador de un microclima fundamental y natural en nuestro hogar.
Ya he comentado en
otras ocasiones que el jardín tiene la misma importancia que otros espacios en
cualquier construcción, ya sea hogar u otro edificio singular. Un conjunto de
espacios interrelacionados, formando un espacio indivisible en que cada uno
tiene igual importancia que el que le sigue.
Así pues, un jardín
puede ser antesala o nexo de unión entre estos espacios que forman el conjunto
de la edificación y por eso considero que debe encontrarse en perfecto estado
ornamental. Dar valor al jardín es dar valor a toda la construcción. De nada
sirve que hagamos una gran inversión en la edificación y después no
correspondamos de igual manera en el jardín.
En alguna ocasión me
han consultado si era posible dejar de poner un sistema de riego en el césped.
El argumento esgrimido era el placer que resultaba realizar las labores del espacio
verde y por el gusto de poder regar a mano. Es cierto que una de las emociones
más agradables en el jardín es sentir el frescor de la hierba recién regada a
primera hora de la mañana durante un caluroso verano. Pero si hay alguien más que
se encuentre en esa tesitura ya os comento que hay muchas labores que realizar
en el jardín.
Trabajo, aunque se
disfrute, no va a faltar y no podemos prescindir de tener un sistema de riego
completo, pues nos permite asegurarnos agua bajo cualquier circunstancia que se
produzca, un viaje por ejemplo, y un mayor ahorro al programar únicamente el
agua necesaria para las plantas. Eficacia que nos proporcionan estos sistemas y
que se encuentra unida a una menor pérdida de tiempo que podemos invertir en
otras muchas actividades del jardín, ya sea en sus labores, ya sea en
disfrutarlo de forma lúdica. Eso, es a elección del usuario.
Labores generales en el jardín
Las plantas que han
florecido durante la primavera pero que poco a poco van perdiendo las flores es
conveniente podarlas haciendo hincapié especialmente en aquellas ramas viejas,
quebradas y acortando las que han portado las flores. De esta forma favorecemos
el desarrollo de nuevas ramas que florecerán la próxima primavera.
Si tenemos plantas trepadoras
en nuestro espacio verde comprobaremos que en esta época producen muchas ramas
nuevas. Dan muy mala imagen al jardín en caso dejarlas sueltas creciendo sin
control, por eso es conveniente fijarlas a las celosías o estructuras sobre las
que se desarrollan.
Las altas temperaturas
de esta época favorecen el desarrollo radicular de los esquejes de geranios.
Este hecho convierte a junio en el mes ideal para la propagación de esta
hermosa planta que con su colorido alegra jardines, balcones o terrazas.
Se observa que en esta
época, en plantas como el evónimo, ha aparecido una especie de polvo blanco que
se extiende formado manchas de forma circular por la superficie de las hojas.
Se trata del hongo patógeno conocido como Oidio. Para combatirlo os dejo unos
consejos que he escrito en dos post y que pueden ser de utilidad, uno en este
blog y el otro en mi blog de facilisimo: Como prevenir las enfermedades producidas por hongos y Remedios ecológicos contra los hongos de las plantas.
Labores en el césped
Debido al aumento de actividad vegetativa del césped,
la siega deberá hacerse con mayor frecuencia. La ideal es una vez por semana.
La altura de corte debe ser de 3 cm en césped ornamental y de 4 cm en praderas
rústicas.
El riego, como he comentado antes, es básico. Tanto en
junio como en los meses de julio y agosto debe de ser diario, aumentando el
tiempo de riego conforme aumenta la temperatura diaria.
La fertilización del césped es también muy importante
en esta época en que hay un crecimiento de la frecuencia de corte. El producir
más vegetación implica una absorción mayor de nutrientes del suelo y al cortar
el césped se pierden, por lo que hay que proceder a aportar dichos nutrientes
de nuevo al suelo. La fertilización permite a la pradera mantener la actividad fisiológica,
la hace más resistente a las pisadas y enfermedades, mantiene la calidad
estética y mejora el color que presenta.
Preparación de alcorques y parterres
Evidentemente en los
parterres también hay que realizar el riego con mayor frecuencia pero, además,
si logramos mantener la tierra húmeda favoreceremos una floración copiosa y
abundante de flores anuales.
Gladiolos, dalias…Las bulbosas de floración estival
están creciendo y, según sea su desarrollo, al igual que ocurría con el césped,
necesitaran de un suplemento en forma de fertilizantes. Las bulbosas que en
junio han perdido la flor debemos dejarlas enterradas hasta que las hojas se sequen
completamente o trasladarlas bajo una cubierta.
Dalia |
Flores en junio
En junio se dan las
circunstancias idóneas para que la floración en el jardín se convierta en un
verdadero espectáculo. Las plantas acuáticas, como el nenúfar, lucen en su
máximo esplendor y en las cálidas noches de verano pueden admirarse flores que
se abren al ponerse el sol inundando de un agradable aroma el ambiente:
dondiego, convólvulos, ipomea o dama de noche.
Además también veremos
en floración otras especies vegetales como pueden ser gladiolos y dalias antes
comentadas, Canna indica, agapantos,
peonias, ranúnculos, verbena, catalpa, magnolio…
Accede a la página de
la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), para conocer la predicción del
tiempo para junio. Pincha aquí.
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Nenúfar |
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¿Qué otras labores añadirías a esta lista?
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