1 de julio de 2014

Agapantos en flor en los Jardines de Moratalla

Siempre es buen momento para visitar los Jardines de Moratalla. Los había visitado en las otras tres épocas del año, otoño, invierno y primavera, solo me faltaba el verano. Como siempre que aparezco por allí descubro cosas nuevas… y las que me quedan por descubrir!!!

Agapanto en flor en el Jardín del S. XIX de Moratalla (Córdoba)

En esta ocasión fueron los agapantos. Inflorescencias azules que asomaban por encima de los setos de boj, mientras, una cúpula vegetal formado por los plátanos de sombra hacían honor a su nombre creando un juego de sombras y luces. Detalle en un jardín que lo hace un lugar único.

En realidad estoy hablando de uno solo de los jardines que conforman todo el conjunto en Moratalla. El primero de los jardines. El que se realizo para el IX Marqués de Viana y que lleva por nombre el Parterre Grande que data de nada más y nada menos que de 1850. Mucho antes de que el Paisajista francés Jean Claude Forestier realizara su actuación en la Avenida de Acceso, por eso se le considera el jardín del siglo XIX dentro de Moratalla.

En sus inicios este parterre era un jardín paisajista ingles de tal forma que la superficie quedaba sembrada de césped, abundante rosaleda y palmeras del tipo Phoenix dactylifera. Con el tiempo la rosaleda fue sustituida por los agapantos, que quedaron incluidos dentro de una bordura de boj y ahora lucen con esplendor en todo el parterre. Las palmeras, en cambio, han ido desapareciendo quedando como único rastro de ellas algún fuste aislado.

A pesar de todo esto el jardín del siglo XIX no ha perdido nada de exuberancia. No ha perdido nada de esa frondosa vegetación que crea un microclima de agradable frescor ahora que comenzamos los días más calurosos del año. Los plátanos (Platanus hispanica) que antes comenté, fueron plantados bordeando la rosaleda de origen en doble hilera para formar esa cúpula de verdor y frescor que aún se conserva, solo que ahora en vez de sombrear a las rosas sirven de cobijo a los agapantos.

También se conservan las cicas (Cycas revoluta) y las bolas de boj formadas con topiara que sobresalen por encima de los parterres delineados con formas sinuosas. Y por supuesto, justo en el centro, encontramos el estanque circular en cuyo interior se alza una rocalla coronada por las figuras de un niño y perros de caza.

He grabado un vídeo de este momento que pasé allí, a solas en los Jardines de Moratalla. Lástima que mi pericia para realizar este tipo de grabaciones sea muy limitada y no tenga la calidad suficiente para mostrar toda la belleza de este jardín. Este será uno de mis propósitos de enmienda para el futuro, realizar producciones de vídeo de jardines de calidad. Mientras llega ese instante, lo dejo adjunto al igual que algunas fotografías de este espacio verde tan singular. Espero volver pronto a ver que de nuevo descubro. Que nuevo rincón me inspira a escribir.

        



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