Un xerojardín no se
encuentra enfrentado con el estilo de diseño que queramos darle. Podemos crear
un jardín utilizando plantas autóctonas o naturalizadas, especies adaptadas al
medio, y proyectar un espacio verde según un estilo de diseño que deseemos. ¿Y qué
ocurre con los jardines de estilo clásico? Me han preguntado siempre mis
alumnos en los cursos de jardinería que he realizado. ¿Podríamos crear
xerojardines con plantas que, tras podarlos, representen formas y volúmenes de apariencia
dinámica?
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Seto con formas globosas de olivilla (Teucrium fructicans) |
La respuesta es que
sí, tan solo tenemos que encontrar la
planta adecuada. Un especie vegetal que aúne, de una parte, la características
botánicas que la hagan habitar en un medio sin problemas con los recursos
naturales que obtenga del mismo y, de otra parte, que permita una poda con la
que se pueda realizar un figura topiaria.
En un jardín mediterráneo encontramos plantas
como la olivilla (Teucrium fructicans)
que se adaptó a la falta de agua gracias a las vellosidades grisáceas de las
hojas que evitan la salida de agua por la reducción de estomas. La olivilla nos
solo permite crear formas una vez plantada en el jardín, incluso, se venden en
viveros y gardens centers con formas ya establecidas como bola o piramidal. Un
arbusto enormemente ornamental como es el cotoneaster (Cotoneaster lacteus), que posee una capa de cera en las hojas que a
la postre provoca el mismo efecto que la olivilla de no permitir la salida de
agua por reducción estomática, nos permite también crear figuras geométricas.
Hasta con el arrayán (Myrtus communis),
que lleva tantos siglos poblando jardines, podemos crear setos y borduras
recortadas.
Claro está, al crear una
figura topiaria con cualquiera de estas plantas u otra, que me propongáis en el
apartado cometarios al final de este
post, estamos incrementado las labores de mantenimiento, pero es que un
xerojardín no se encuentra carente de mantenimiento, de hecho, no existe el jardín sin manteamiento. Todo
jardín, por mucho que tratemos de utilizar las especies mejor adaptas, le
proyectemos una rocalla y usemos césped artificial, necesitara de cuidados para
que se encuentre en perfecto estado ornamental.
Como es complicado
construir un xerojardín estilo versallesco desde el punto vista económico,
propongo dar un enfoque distinto,
jugar con la topiaria en una justa medida y contemplar este mismo xerojardín con
una apariencia contemporánea. Podemos utilizar las plantas autóctonas y podarlas
como si de unas nubes onduladas se tratase, como esferas que se derriten, combinándolas
junto al borde un sendero sinuoso, yuxtapuestas a otros setos recortados geométricamente
o en parterres rectangulares. Estos arbustos, si se completa el límite del paisaje
diseñado con árboles de sombra dispersos, crearemos un jardín dinámico donde
árboles, arbustos, setos y cobertura del suelo quedan proyectados en una
arquitectura continua, haciendo las veces de techos, paredes, columnas y
pavimento.
Un jardín donde se
repiten estas formas globosas y que siempre me ha fascinado son los Jardines del Chateau de Marqueyssac que
se encuentran en Francia. Es asombro comprobar que con el uso de un único
elemento vegetal como es el boj, repetido una y otra vez, utilizando la
topiaria para conferirle esos volúmenes cambiantes, obtenemos semejante
resultado. Para nuestro jardín mediterráneo nos puede servir de inspiración, lo
único que tal vez debamos cambiar sea el boj por una planta que bien puede ser
olivilla o cotoneaster, el resto, es dejar volar la imaginación.
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