Ya me han vuelto a
liar así que haré una introducción rápida porque el tema a tratar es complicado
y largo. Fue la amiga Loles del blog
de Chuchespops, que con ese nombre la bitácora no
puede tener otra temática que la de chucherías, quién me retó a escribir un
post sobre plantas que estaban de moda en los 80’s. Fue durante el evento
#mmemueropor que realizamos los viernes por la noche en twitter. Loles, como
contrapartida, deberá realizar una tarta de chucherías con las imágenes de
He-man y Skeletor, los muñecos con los que jugaba entre las plantas durante mi
infancia. Ya veremos cuál es el resultado final de los retos…
![]() |
Manual de instrucciones de Plantanova |
Puufffff!!! Los 80’s.
En aquella época yo era un mocoso y no recuerdo todo con claridad en lo que a
plantas se refiere. Las tardes las pasaba jugando con mis amigos mientras
esperaba con incertidumbre que cargase el videojuego de turno en el ordenador Spectrum. Estos videojuegos estaban
gravados en una cinta casete y si había suerte, tras más de media hora de
espera, el juego se cargaba y podíamos jugar a títulos inigualables como “El capitán Sevilla”, personaje que había
adquirido sus superpoderes tras ingerir una salchicha radiactiva. Pero en la
mayoría de los casos el videojuego no cargaba y continuamos con los juegos de
toda la vida contribuyendo, eso sí, a desarrollar nuestra imaginación y todas
las demás virtudes que se le atribuyen a los viejos juegos como las vuelta ciclista
en chapas, las canicas, el trompo, hacer
el perrito con el yoyó o el basket, que en aquella década se impuso al
futbol, con permiso de Naranjito,
gracias a la generación de Fernando Martín o Epi y el logro de la plata de los
JJOO de Los Ángeles en 1984. También jugué en los 80’s al Plantanova del cual ya he hablado en este blog y del cual aún
conservo el libro de instrucciones.
Lo bueno de determinar
que moda se concreta en la década de los
80’s es que todo permanecía en estado cool
durante mucho más tiempo que ahora. Recuerdo que Dan Aykoryd nos estuvo tratando
de convencer de que su novia, Kim Basinger, era una extraterrestre durante los
tres años que duro en cartelera la película en el Cine Regina de Sevilla. También fue por aquel entonces cuando el Heavy Metal llegó hasta nuestros oídos.
Años en que flipaba con las mallas de
cuero lila ajustadas de Jon Bon Jovi
en el videoclip de Runaway, de estar
convencido que tener unas era lo más de lo más. No olvidaré que tomé como
modelo de virilidad a Michael Knight… camisa desbrochada, pecho peludo y
cinturón con hebilla, así, bien grande, que se viera sin problemas al subir en su
Coche Fantástico. El modelo decayó
con la llegada de la metrosexualidad,
pero aquí continuo, esperando su regreso, porque todo vuelve, igual ocurrió con
los pantalones de campana. Un pequeño inciso: ¿os habéis fijado que cuando uno
habla de un tiempo pasado específico utiliza las mismas expresiones que
utilizaba entonces? Es como si te encuentras con un amigo del colegio y de
repente todo vuelve a ser demasié.
Pero volvamos a las plantas. Empezaré por
las que tenía más cerca que eran las del patio de mi abuela y las de mi madre. Aspidistras,
helechos, esparragueras, rosales, plumbagos, geranios, jazmín, ficus, cintas,
naranjo, limonero y una araucaria como nota exótica. El repertorio de mi madre
no variaba mucho, tal vez por la Crassula
ovata que por cierto he propagado y hecho mía. En la playa ya cambiaba algo
más la cosa. Predominaba el Hibisco y la dama de noche (Cestrum nocturnum) que aromatizaba (y aromatiza) las calurosas
noches de verano. Claro que todas estas plantas ya tenían una presencia
anterior por lo que no se puede decir que fueran plantas cultivadas solo en
aquella década, lo único que se puede confirmar es que durante años los gustos
en cuanto a plantas de jardín en España no han cambiado mucho, puede que por
desconocimiento de los consumidores a los que nos se les proponían otras
especies vegetales por parte de los viveros.
Una trepadora que sí se
usó mucho en chalets en la playa en los 80’s fue una de la familia de las bignoniáceas, Podronea ricasoliana, que es cierto que ha perdido fuelle en las
décadas sucesivas. Otra planta que ha perdido interés es la Tuya (Thuya occidentalis),
en especial los setos formados por ella en detrimento de los setos formados por
ciprés. He apreciado bien esta decadencia porque los frutos de la Tuya fueron
también objeto de juegos entre mis amigos y yo, los cuales nos lanzábamos a
traición y sin contemplaciones. Para finalizar con el tema remember había una planta que era la estrella en todo portal de
edificio con vecinos de categoría, la sansevieria,
cuyo lugar fue ocupado posteriormente con composiciones más exóticas de
colocasia, dracena, helechos y bromelias.
En esta parte del
artículo deseaba ponerme serio y buscar los anuarios estadísticos de
comercialización de planta ornamental de la década de los 80. Esto sería lo más
profesional, buscar lo que más se demandaba de un producto que en definitiva es
lo más concluyente sobre los gustos de una época. Pero como siempre ha ocurrido
en las estadísticas oficiales en agricultura, es complicado que se hayan
desglosado los distintos tipos de planta ornamental, algo que ocurre con los
cultivos agrícolas más comunes (girasol, remolacha, algodón,..). No obstante, he
encontrado un boletín de la revista horticultura-euroagro
donde hablan del certamen de Iberflora
de 1989 en el que queda recogido un estudio realizado por José Luis Benedicto, del Instituto Valenciano de Investigaciones
Agrarias, en el que sobre todo se habla del auge en el consumo por parte de la población
de flor cortada y planta ornamental que
existe desde 1980 hasta 1989. Como nota más interesante destaca que “los hábitos de consumo de flor cortada están
cambiando en detrimento de las especies clásicas: rosa, clavel, orquídea,...,
hacia especies florales más exóticas. Lo mismo es aplicable a las plantas
ornamentales.”
Este dato me lleva a
una conclusión. Hace unas semanas escribí un artículo sobre Roberto Burle Marx, posiblemente el
paisajista más influyente en aquellos años y que con su trabajo reivindicó el
uso de la flora autóctona brasileña en lo que se denominó el paisajismo natural en contraposición de
un mercado holandés que aún hoy dicta la producción y comercialización de
planta ornamental. Es posible que aquella tendencia de planta exótica llegara
hasta nuestras fronteras e influyese en el cambio a la hora de comprar plantas.
Dicho todo esto, estoy seguro que los viveristas
que trabajaron durante aquella década puedan aportar datos más relevantes que
los míos de mano de su propia experiencia.
Y por ahora ya está
bien de escribir sobre los 80’s que va a parecer que soy un nostálgico perdido.
Ni mucho menos. No considero que cualquier tiempo pasado sea mejor a pesar de
que tuve una infancia muy feliz. Disfrute de lo bueno y aprendí de lo malo, así
que allí quedó, lo que toca es vivir este presente que tampoco está mal. Ah! Si os ha gustado mogollón este artículo no os hagáis
el longuis y dejad vuestros comentarios ;)
![]() |
Crassula ovata |
![]() |
Podronea ricasoliana |
![]() |
Thuya occidentalis |
Sígueme en:
También te puede interesar:
No hay comentarios:
Publicar un comentario