A pesar que geranios y gitanillas, plantas ambas del género Pelargonium, están asociadas al cultivo en contenedor y a lucir en
patios, terrazas y balcones, uno de mis recuerdos de la infancia era jugar con
los geranios que tenía mi madre plantados en sus arriates. En estos, lejos de
lo que pueda parecer, eran y son capaces de imponerse a otras plantas, competir
por la luz y crecer con vigorosidad y rusticidad.
Geranios y gitanillas
son especies vegetales muy resistentes debido a que han sufrido un proceso de selección similar al que han
realizado agricultores con las plantas cultivadas eligiendo aquellos ejemplares
que mejoraban la producción, proporcionaban mejor calidad, resistencia a plagas
y enfermedades o adaptación a la sequía por citar algunos ejemplos. Pero en el
caso de estas plantas, aunque algunos de estos aspectos se han seleccionado
como la resistencia a plangas y enfermedades, también se ha tenido en cuenta la
abundante floración acompañada de colores muy variados.
Otra diferencia con la
selección agrícola, es que geranios y gitanillas han sido elegidos buscando
estas características por las mujeres que poseían las plantas y las cuidaban. Durante
décadas fue frecuente en pedir a la vecina una ramita (esqueje) de aquella
planta con esa flor de color tan especial o que no marchitaba tras un caluroso
verano. Posteriormente la plantaban
triturando la base que iban introducir en la tierra porque así arraigaban
mejor. Sin saberlo, con esta técnica favorecían el desarrollo de las raíces. Es
verdad que en muchos casos, las ramitas no llegaban a dar una nueva planta,
pero en otros casos si se producía el arraigo con lo que al mismo tiempo se
seleccionaban aquellas plantas con una mayor facilidad de reproducción vegetativa.
Estas plantas de
género Pelargonium no fueron las
únicas que se sometieron a este proceso de selección jardinero, otras muchas
plantas comunes de patios y jardines las acompañaron hasta los espacios verdes
de la actualidad. Como también las han acompañado, durante este periplo de
selección, el ataque de plagas y enfermedades constantes.
Si observamos agujeros
en tallos y hojas unidos a la presencia de una oruga verde y peluda se trata de la mariposa africana, su mayor
enemigo. Cuando veamos una mariposa de color gris revoloteando sobre las
plantas es el imago de esta oruga y deberemos permanecer alertas. En jardines
rurales el ataque es menor pues existe un insecto enemigo natural de la mariposa
que las elimina, pero la acción de este depredador no alcanza el centro de
grandes ciudades. Como tratamiento preventivo habrá que eliminar las ramas que
estén afectadas.
Las plantas que yo conservo
normalmente no necesitan una poda
muy severa, pero esto depende de la frecuencia de la conservación y del la zona
climática. En climas cálidos, como puede ser en el sur de la Península Ibérica,
muy parecido al Sudafricano originario de la especie, los geranios crecen con
mucha vigorosidad llegando incluso a crecer de manera desproporcionada sobre el
terreno y trepando por paredes. Cuando esto sucede, hay que podar para
controlar el crecimiento. Otro motivo para podar es cuando la planta vegeta en
exceso dejando ramas, hojas y flores secas que habrá que eliminar, cortando la
rama de forma que queden brotes para que vuelva a formar una mata tupida y con
muchas flores. La época apropiada para realizar la poda es en primavera o
finales de verano. En climas algo más fríos, los geranios no crecen tanto, pero
aún así, cuando los cultivamos en contenedor, es mejor que se encuentren en
jardineras que en macetas para que tengan más espacio para crecer.
Cuando presentan un
aspecto inmejorable de floración, geranios y gitanillas lucen ideales para una
fotografía. Algunos ejemplos…
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en una época en la que parece que los jardines tienen que tener plantas y variedades exclusivas y raras, esta bien hacer mencion a un clasico como son los geranios y gitatanillas, duros, resistentes y muy patoso hay que ser para que no florezcan con profusion, una apuesta ganadora.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo Mario. No hay que dar de lado la incorporación de nuevas especies, pero tampoco debemos olvidar los "clásicos". Muchas gracias por dejar tu comentario.
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