No creas que el parque
Rivera del Guadaira posea grandes logros o una diferenciación especial que lo
haga una obra maestra del diseño de jardines. Es un parque creado simplemente
para el esparcimiento de sus usuarios y cumple de forma correcta con esta
función. Es más, sus dos aspectos más llamativos no se encuentran propiamente
en el parque, aunque es cierto que los
flanquea. Uno, el Puente del Dragón. El otro, el Castillo Almohade de Alcalá de
Guadaira.
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El Puente del Dragón |
El autor del Puente del Dragón es el Ingeniero de Caminos José Luis Manzanares. Me gustaría decir que se trata de un puente
original, singular, pero no puedo porque a mis ojos es una copia descarada de
muchos de los elementos que abundan en el Parque
Güell de Barcelona creado por el sí genial y original Antonio Gaudí. En espacial me recuerda al Dragón que existe en el
espacio verde de la Ciudad Condal y que está realizado con la técnica trencadís que consiste en formar un
mosaico con trozos de cerámica. Imagino que el Puente del Dragón de Alcalá debe
ser diferente a los ojos de un niño o una niña, algo nacido de la imaginación y
envuelto en fantasía, una enorme bestia multicolor cuyo enorme cuerpo sale una
y otra vez en cada arco que emerge de las aguas de Río Guadaira.
El Castillo Almohade sí despierta en mí
otro interés. El que provoca la huella del paso del tiempo. Innumerables
historias asociadas a su arquitectura que, como capas de una cebolla, se han
ido acoplando formando un único elemento de piedra imperturbable hasta llegar a
nuestros días. Testigo mudo de los usuarios que disfrutan cada fin de semana
del Parque que se extiende a sus pies. Un jardín acondicionado con pradera de
césped para barbacoas y otras actividades de esparcimiento. Se han incorporado
Olivos y Naranjos ejemplares a la nueva pradera, trasplantados con una cierta
edad, pero también hay árboles jóvenes, en concreto Encinas y Almezos. Todos éstos
autóctonos intentan desplazar a otros invasores…
Eucaliptos y Ailanthus son especies que llegaron al
lugar en una época en la que se pensaba que su rápida adaptación y crecimiento
los hacían idóneos para poblar los bosques deforestados. Aquello ocurrió hace
más de cien años y en la actualidad no se contemplan sus bondades como antaño.
Ahora los bosques de Eucaliptos se intentan eliminar y cambiar por especies de
la zona y, Ailanthus altissima,
conocido popularmente como Árbol del
Cielo, ha caído de éste para ser incluido en el Catálogo de Especies Exóticas Invasoras Español.
El caso de Ailanthus me parece digno de mención
pues es una especie muy robusta, de rápido crecimiento, capaz de sobrevivir en
condiciones altas de polución y, a pesar de estar catalogada de especie
invasora, yo siempre la he visto crecer espontáneamente en espacios degradados.
Por ejemplo, cuando viajo en tren, la veo crecer en los terrenos aledaños a las
vías ferroviarias. En realidad, y debido estas características, desconozco
hasta qué punto es invasora, al contrario, creo que ocupa terrenos baldíos que
de otra forma quedarían despoblados o, algo peor, con escombros o basura. En el Parque Rivera del Guadaira se encuentra
junto a los numerosos y amplios senderos que recorren el espacio verde, bajo
los Eucaliptos, creando una agradable sensación de verdor cada vez que el
sinuoso camino gira a diestra y siniestra. Una gozada para los que nos gusta caminar
bajo el único techo del cielo. No es el único elemento que proporciona ese
efecto de naturaleza frondosa y fresca. Al Rio Guadaira le acompañan en su
curso otros arroyos construidos en piedra por la que fluye el agua en menor o mayor
fuerza, creando sonidos de diversa intensidad al brotar el agua. Es pues un
jardín, que sin tener grandes atributos, no deja de ser un espacio donde al pasar
un día de excursión con niños, andar al aire libre o realizar algún tipo de
actividad física, nunca te abandona esa emoción inigualable, incluidas algunas
sorpresas, que es estar rodado de un ambiente natural.
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Castillo Almohade de Alcalá de Guadaira |
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Ailanthus altissima |
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Agua fluyendo en uno de los arroyos |
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Hongos en el camino |
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Senderos por descubrir |
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Una ofrenda floral |
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Nuevas plantaciones de Almez |
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pues no se que decir, muchas veces las grandes obras de jardineria premiadas y reconocidas, como las de arquitectura, no encuentran el mismo grado de aceptación entre los usuarios, para mi tiene más interés que sea util al usuario que es el que lo disfruta al fin y al cabo que un diseño precioso pero poco utilizable.
ResponderEliminarEn cuanto al ailanthus en mi provincia aun se ven algunos grandes ejemplares por la ciudad, aunque van talandose, sobreviven en zonas de ribera, cunetas y sobretodo en solares de casas derruidas por la ciudad es increible como un árbol tan grande puede subsistir en una grieta de un muro o en un suelo alfombrado de escombros. Las especies invasoras son un grave problema a nivel global, ahora empezamos a gran escala de los estragos producidos y los que lamentablemente por en ansia de busqueda de nuevas especies y la imparable globalización vendran a incroporarse al famoso listado... sumemosle el cambio climatico que ayudara a nuevas especies... y ya es mejor dejar de escribir y mejor no pensarlo...