El caso del
ajardinamiento del Prado de San
Sebastián de Sevilla es un magnífico ejemplo jardinero para contar muchas
cosas, aunque lo más flagrante y destacado es el error cometido en la zonificación de este espacio
verde. Toda ésta explanada fue durante muchos años el lugar donde se celebraba
cada año la Feria de Abril. Yo no
llegué a contemplar casetas, vestidos de volantes, con sus correspondientes
claveles y peinetas adornado el sedoso cabello que acompaña a hermosos rostros
de mujer, o bailes por sevillanas. Tampoco vi el fino llenar los catavinos para,
posteriormente, humedecer gargantas ávidas de fiesta y alegría. Cuando tuve la
oportunidad de ir a La Feria, ya se
había trasladado a su actual ubicación en el barrio de Los Remedios. Si lo llegué a conocer como aparcamiento y, algún
tiempo después, tras indecisiones varias, el Parque en que quedó convertido.
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Callistemum en los nuevos parterres ajardinados del Prado de San Sebastián |
Mucho más macabro y
alejado del ambiente festivo que ocupó el Prado de San Sebastián, fue el uso
que le otorgó la “Santísima” Inquisición,
que utilizó el espacio para llevar a la hoguera a todo hereje que consideró
oportuno. Por eso, al enterarme que el terreno aledaño al Parque de María
Luisa, muy cercano al Real Alcázar y los jardines de Catalina de Rivera y
Murillo acabaría siendo, como no podía ser de otro modo, un gran Parque funcional
con distintas zonas con un uso asignado a cada uno de ellas, me lleve una gran
satisfacción. Además era un Parque que, siendo diseñado para el disfrute y
esparcimiento de los ciudadanos, no dejaba de tener distintos jardines, dentro
del propio parque, que le concedían un valor añadido al margen del
esparcimiento de los usuarios.
Se planteó una gran Alameda
Central que pudiera ser ocupada por escenarios y puestos ambulantes, se
plantaron grandes árboles (Tipuana tipu,
Jacaranda mimosifolia, Lagunaria patersonii,…), que dieran
sombra, se construyeron dos grandes
láminas de agua laterales que recorrían el Parque de Este a Oeste, y se
ajardinaron parterres con abundante vegetación. En este punto me detengo para
contar un hecho curioso que ocurrió en relación precisamente con la multitud de
plantas que se plantaron. Para que durante la inauguración del Prado de San
Sebastián apareciera frondoso, se colocaron plantas con una densidad mayor de
la habitual con la intención de arrancar algunas a medida que fueran creciendo
y ocupando más espacio. No entro a opinar al respecto, prefiero que seas tú
quién deje su opinión sobre esta práctica en el apartado comentarios.
También se plantearon dos kioscos/bares en las esquinas Sur
(junto a el Consulado de Portugal, un edificio cuya construcción que se remonta
a la Exposición Iberoamericana de
1929) y otro en la esquina Norte, más cercana a la Estación de Autobuses de
Cádiz y de explotación municipal. Finalmente, para completar la zonificación,
se estableció una zona de juegos
infantiles en la entrada que da al Rectorado de la Universidad de Sevilla y
una zona ajardinada con paseos y juegos
de agua en toda la cara Este del Parque, junto a la vivienda de los vecinos
de la calle Diego de Riaño, lo que a
la postre resultó un gran error de planificación.
Con el paso de los
años, la Universidad quiso construir una gran biblioteca en esta última zona
Este del Parque. Se estableció un concurso de arquitectura que finalmente ganó
la prestigiosa arquitecta iraquí Zaha
Hadid y pronto comenzó la construcción de un edificio que estaba destinado
a convertirse en hito en la ciudad hispalense. La confrontación llegó con los
vecinos de las calles Diego de Riaño y
Huerta de la Salud, a los que la nueva biblioteca les impedía el acceso
fluido hasta la zona de juegos infantiles que había sido instalada en el
extremo opuesto del parque y, por tanto, era el espacio más alejado de las
viviendas. Los vecinos denunciaron la recatalogación de la zona verde lo cual
supuso, tras años de litigio, que el Tribunal
Superior de Justicia de Andalucía dictara un fallo a favor de los vecinos.
La consecuencia fue la demolición de lo construido hasta la fecha y la
recuperación del espacio verde tal y como estaba antes de comenzar las obras, perdiéndose
por el camino los 4 millones de euros invertidos por la Universidad de Sevilla.
No soy adivino. Quizás haya motivos más profundos que desconozco y que
propiciaron este desenlace, pero puede ser que si la zona infantil hubiera
estado junto a las vivienda de los vecinos y, la nueva biblioteca ubicada
frente al Rectorado de la Universidad de
Sevilla, todo hubiera sido muy diferente. Tan solo con haber planteado la correcta
zonificación inicial del parque.
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Alameda central con los preparativos para celebrar la Navidad |
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Consulado de Portugal |
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Las fuentes restauradas con la calle Diego de Riaño al fondo |
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Lámina de agua lateral que recorre de extremo a extremo el parque |
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Lavanda |
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Nueva plantación de naranjos |
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Parterres ajardinados |
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Zona infantil. Tras las Melias se encuentra el Rectorado dela Universidad de Sevilla |
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Muchas gracias por perder
unos minutos de tiempo leyendo este post.
interesante reflexion, me ha venido a la cabeza algo similar por aqui cerca... lo del despilfarro de dinero para nada tambien,pese a verse historias similares frecuentemente no dejan de abochornarme como ciudadano...
ResponderEliminarLo triste es que estas historias no tiene pinta de que dejen de producirse Mario. Gracias por tu comentario.
EliminarLas "cabezas pensantes" no suelen hacer honor a su nombre. Triste (y caro) que prime la urgencia tanto del gobernante como la del vecino, luego...palos a la madriguera.
ResponderEliminarEso es lo peor Juanse. En este país somos expertos en pasar la "patata caliente" a otros. En fin... Gracias por pasarte y dejar tu comentario.
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