9 de febrero de 2016

El jardín soleado

Antiguamente poseía la libreta de “Jardines Que Me Gustan” donde anotaba todas y cada una de las ideas que pasaban por mi cabeza para escribir un post. En alguna ocasión, incluso, llegué a escribir la entrada al blog integra de mi puño y letra para que no volaran las ideas y sí lo hiciera la imaginación. Un buen día aquella libreta se acabó y surgió la libreta número 2 que poco a poco empezó a dejar de ser usada. Ahora hace meses que no la saco del lugar donde está guardada. Con el tiempo toda esa actividad escritora frenética se hizo aún mayor y ahora las ideas se agolpan en un maremágnum que van a desembocar directamente a una carpeta de Windows. Debido a mi compulsiva forma de escribir artículos puedo publicar con más frecuencia, pero a cambio quedan temas que contar en el olvido.

Huerto / Jardín Portocarrero

La casualidad ha querido que me tope con las fotos que hice hace un par de años del Jardín Portocarrero situado en Palma del Río. He escrito mucho sobre la localidad cordobesa porque he trabajado en varias rotondas, parques y jardines de allí. De hecho, la parte trasera del Jardín Portocarrero está protegido por la Muralla Almohade de Palma del Rio y, al otro lado de la muralla, se proyectó en su momento la realización de una zona verde que hiciera homenaje a los cultivos de naranjas, tan comunes como históricos, de la Vega del Guadalquivir. Fui yo el que se puso en contacto con viveristas, redactó el proyecto, elaboró el presupuesto y delineé los planos de un proyecto que pretendida incluir todas las variedades de naranjas que se habían cultivado en la zona. El “Museo de la Naranja” nunca se llegó a ejecutar por falta de presupuesto en las arcas municipales, pero a mí me dejó el recuerdo de un proyecto que desde su concepción me cautivó y la nostalgia de un lugar bañado por el sol.

Un tiempo después volví para hacer fotos del Claustro y Patios del cercano Convento de Santa Clara y aproveché la visita para conocer también al Jardín Portocarrero. Desde entonces llevan las fotos de aquel día soleado en una carpeta del ordenador y, en alguna página de la libreta número 1, una nota que reza “Escribir un post sobre el Jardín Portocarrero”.

Y aquí estamos. Organizando todas estas imágenes he redescubierto este jardín que en su día fue alcázar árabe, residencia del Cardenal Portocarrero y hasta escenario de la película de Ridley Scott “El reino de los cielos”.

Lo primero que encontramos al entrar es un patio con peristilo típico andaluz. Con las paredes pintadas en escarlata, romero rastrero a los pies de cipreses piramidales, naranjos (a los que también se homenajea) en espaldera, parterres cuadrados de setos de mirto en igual geometría podados, hiedra que sube por el fuste de una palmera a la que el picudo rojo hace tiempo abatió,…. Sin embargo, a mí el espacio ajardinado que más me gusta es lo que en su día debió haber sido la huerta. En la actualidad, se encuentra a medio camino hacia la decadencia gracias a pequeños detalles formados por macetas de barro con una  escuálida planta en su interior, espacios de cultivo que han perdido las hortalizas para dejar paso a setos mantenidos con exquisitez poliédrica, caminos de ladrillo viejo y setos con forma de bola, ya sean de romero o evónimo y, por supuesto, algunos naranjos en hilera que aún dan fruta. A todo el conjunto se le une la muralla almohade y la alberca, no muy grande pero con la magnética lámina de agua reflejando el sol siempre presente. Entiéndase ésta imagen de jardín decadente tan solo por el paso de los años que acumulan las murallas que lo envuelven y por el musgo que crece en las paredes de su alberca. Es una decadencia bohemia, un poema escrito en piedra, agua, vegetación. Letras de rayos de sol que lo inundan para crear el jardín soleado.  

El "otro" sol

Patio de entrada 

Hiedra trepando el fuste de una palmera





Jardín / huerto trasero 





Una fuente interrumpe el pavimento


Muralla almohade de fondo




Alberca



Sol, piedra y vegetación reflejados en el agua
   
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Gracias por perder unos minutos de tu tiempo leyendo este post.

9 comentarios:

  1. me apunto el sitio para alguna visita al sur... gracias

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    1. Actualmente se usa para realizar celebraciones, así que no es difícil entrar para conocerlo. Un saludo Mario.

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  2. Cuantos bellos jardines hay en esas tierras..., en todas realmente..., y que suerte teneros cerca para descubrirlos.
    Un abrazo!

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    1. Sí que poseemos un enorme patrimonio en forma de jardines. Un abrazo Mónica.

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  3. Solo puedo decirte. Muchas gracias Jose luis

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  4. vivero-espana@hotmail.com13 de febrero de 2016, 17:53

    Hermoso relato del cual intento sacar enseñanzas, para poder aplicar en un proyecto de parque que con mi familia estamos iniciando, muchas gracias.

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  5. Precioso, gracias por compartir.Saludos.

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  6. El palacio de Portocarrero se puede visitar pagando la correspondiente entrada al recinto.

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