29 de febrero de 2016

Fuego, agua, tierra, tiempo y vacío… El arte del bonsái

Si existe un regalo que me haga feliz en este mundo, ese es un libro. Siempre he sido muy aficionado a leer, soy un lector compulsivo, de los que cuando un libro me “engancha” no lo suelto hasta que haya acabado, aunque los parpados caigan abatidos por el sueño. No son pocas las vigilias lectoras que llevo en mi haber. De aquí me viene la pasión escritora y la de contar estas historias en forma de posts que curiosamente, en esta ocasión, comienza con un regalo en forma de bonsái y, a pesar de este giro, sigue sin abandonar el tema de los libros.



Hace muchos años me regalaron un bonsái. Me encantaba. Era un pequeño Aligustre (Ligustrum japonica) retorcido en una especie de  “S” y muy ramificado. Lo llegue a tener sobre la ventana de mi habitación durante aproximadamente unos tres años o puede que incluso más. En el tiempo que estuvo en mi ventana lo cuide lo mejor que pude aplicando mis escasos conocimientos sobre bosáis. Lo podaba y regaba cuando creía que era necesario y aparentó siempre un aspecto vigoroso. Lo mimaba tanto que hasta lo llevaba a la playa de vacaciones. Pero en el año 2004 nos mudamos y ocupó otra ventana. En pocos meses su aspecto se fue deteriorando, las hojas cayeron y sus ramas cambiaron de marrón a un tono grisáceo falto de vida. Traté de recuperarlo con un abono específico para bonsáis, pero fue inútil. Finamente marchitó completamente. Siempre achaqué la perdida de este apreciado bonsái al cambio de ubicación, pero conforme fui descubriendo más sobre el cultivo de estos pequeños arbolitos aprendí que los bonsáis necesitan ser trasplantados a un contenedor mayor cada tres años (aunque el trasplante varía según la especie). En realidad fue mi ignorancia la que acabo con su existencia.

Unas veces se gana, otras… se aprende, y no hay nada como los libros para vencer la ignorancia. Bonsái, Arte y Naturaleza ha sido el libro que me han regalado los amigos de la Editorial Oberon, a los que estoy muy agradecido. Es un libro que, a pesar de ser algo técnico, se hace muy ameno de leer y con imágenes ilustrativas sobre las distintas actuaciones a realizar para el correcto cultivo de bonsáis. Carlos Lázaro y José Manuel Blázquez, ambos miembros de la Asociación Española de Bonsái y autores del libro, más que una explicación académica, escriben sobre un camino a recorrer para encontrar el kami (espíritu interior que para los japoneses habita en el interior de cualquier ser creado por la naturaleza), en un texto que se fragmenta en cinco vías: fuego, agua, tierra, tiempo y vacio. Elementos que conectan sencillez y armonía con naturaleza a través de la obsesiva búsqueda de la perfección en la antigua cultura japonesa.

Después de aquel primer bonsái, cuando estuve trabajando en el vivero de Córdoba, existía una mesa donde había muchos otros, de distintos estilos y formas: Escoba, Barrido por el viento, Cascada, Raíz Serpenteante o, mí preferido, Bosque. En aquella mesa del vivero había uno gigantesco, ni pensar la maestría y la dedicación empleada para que llegase a ese estado. Muchas veces quise llevármelo a casa, pero la experiencia con el anterior, el no haber sabido todo lo necesario, me causaba respeto. Son muchos los factores que intervienen en el cultivo de un bonsái, desde el trasplante, que en mi primer bonsái faltó, pasando por agua, abono, poda, pinzado, alambrado, etc. Muchos factores necesarios a tener presente si queremos que el pequeño arbolito crezca y se desarrolle satisfactoriamente.
En el libro Bonsái, Arte y Naturaleza, se encuentran detalladas todas estas operaciones de forma fácil y simple, como la misma técnica de cultivo del bonsái. Mientras me decido a tener uno de nuevo y voy depurando mi técnica, me recreo con la colección que hay en el Real Jardín Botánico de Madrid. Ejemplos que animan a evadirse de todos los respetos que me pueda producir el cultivo del bonsái y ponerme desde ya, a cuidar de uno. 








Bonsái, Arte y Naturaleza Editado por  Oberon

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Gracias por perder unos minutos de tu tiempo leyendo este post.

2 comentarios:

  1. A mi me regalaron un bonsai estas navidades, ya me ha florecido, aunque me parece muy temprano,...tendré que echarle una ojeada a ese libro. Un abrazo

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    1. El libro está muy bien Raúl, seguro que te orienta con ese bonsái tuyo. Un saludo.

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