Existe un sendero tras
el cortijo que hay ubicado en el Parque del Alamillo de Sevilla que deja a un
lado el Río Guadalquivir, con abundante vegetación rivereña de álamos y eucaliptos,
y mantiene al otro lado, una plantación de Yucca
elephantipes. Los arbustos tropicales están plantados en hileras, algunos
tras la verja del antiguo edificio andaluz, otros ejemplares en la cuneta del
camino.
![]() |
Grupo de yucas junto al camino en el Parque del
Alamillo
|
El Cortijo del Alamillo en su día fue epicentro de las labores agrícolas que había en la zona, principalmente la de producción de naranjas para consumo, y de hecho muchos de los naranjos aún se conservan en el parque, para después convertirse en el centro logístico donde dirigir un nuevo vivero de plantas ornamentales con destino a embellecer las zonas verdes de la futura Exposición Universal del año 1992. Hoy en día el cortijo se utiliza para distintos eventos municipales y el vivero se ha reconvertido en un lugar educativo donde, a través de visitas guiadas, poder aprender a conocer gran parte de la flora que habita nuestros parques y jardines.
Recientemente se quiso
adecentar la otra rivera del Rio Guadalquivir, conectando mediante un cinturón verde la zona de verde de la
Avenida de Torneo, con el Parque de San Jerónimo donde se encuentra el famoso “Huevo
de Colón”. También se quiso conectar todo el nuevo espacio vivo con el Parque
del Alamillo, así que se llevó a cabo la construcción de un puente peatonal por
el que transitar de una orilla a la otra y se habilitó el camino que hay tras el
cortijo quedando al descubierto muchas de las plantaciones que no encontraron acomodo
en los jardines de la Expo, entre ellas muchas yucas.
Tal vez la realidad
sea que nunca debieron marcharse de allí, ser trasplantadas, porque donde se
encuentran fue siempre el lugar donde debían de estar. Sí, ocultas al público
mucho tiempo, pero que maravilla haberlas descubierto y ver la panícula de inflorescencias
al llegar marzo esparcir las semillas bajo el sol de la tarde como una lluvia primaveral
de color blanco, muy distinta a la que estamos acostumbrados ¡Lástima no poseer
pericia con la cámara para mostrar con dignidad semejante espectáculo! Quedará
pendiente hacer un reportaje como merece la ocasión.
Yucca elepantipes es una especie
muy utilizada en jardines por su rusticidad, apenas si posee necesidades
nutritivas e hídricas que las proporcionadas por la naturaleza. En cambio requiere
mantenimiento para eliminar las “barbas” de hojas secas que quedan postreras en
el tronco (que puede alcanzar los 10 metros de altura), pues pueden ser cobijo
de roedores indeseables. La yuca recibe el nombre específico de elephantipes porque la base del tronco
se parece a la pata de un elefante y cuando se encuentra en grupo, como ocurre
en el caso del sendero del Parque del Alamillo, parecen una manada del enorme
paquidermo que trascurre inmóvil por el fresco camino del parque sevillano.
Cuenta la mitología
africana que los elefantes acuden a un lugar oculto donde acabar sus días llamado
el Cementerio de Elefantes, el cual
fue buscado con tesón por numerosos exploradores durante el siglo XIX por el
preciado marfil. La búsqueda fue infructuosa porque lo único que la biología ha
podido determinar es que los elefantes buscan un lugar con agua cuando
presienten su fin con la esperanza de un líquido elemento que mejore sus
condiciones físicas. Como es lógico, en ese espacio hay algunos esqueletos de
elefantes que acudieron previamente, pero no mucho marfil. Quizás nunca
encontremos el legendario Cementerio de Elefantes…
¿O sí? Pero uno muy vivo, compuesto por una especie vegetal que pisa igual que
el paquidermo africano y que habita solitario, olivado, en un sendero junto al
Rio Guadalquivir.
![]() |
“Pie de elefante” de la yuca
|
![]() |
Grupo de yucas |
![]() |
Restos de la inflorescencia en panícula de la yuca
|
Sígueme en:
También te puede interesar:
No hay comentarios:
Publicar un comentario