En el diseño de
jardines el cliente manda (como en todos los negocios) y Autocad obliga. Nos obliga a despojar de vida a seres vivos como
son las plantas, nos obliga a dibujar jardines fríos, nos obliga a representar
un mundo rectilíneo y cuadriculado, mucho más similar al gris del cemento y el
pavimento de edificios grotescos en ciudades sin alma.
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Flor de Jacaranda mimosifolia |
En mi primer trabajo de diseño jardines, mi primera labor consistió en delinear los
planos de jardines que diseñaban otros. Es más, en el contrato reza Delineante por Obras y Servicios de Duración
Determinada. No puedo quejarme.
Hasta agradezco los meses que pasé delante
del ordenador dando forma a todos aquellos bloques
para que parecieran o, al menos, se aproximasen a la especie vegetal que
deseaba representar.
Analizar la anotomía de cada árbol en el Deodendron, el libro de Rafael Chanes que incluye un amplio
catalogo de árboles y arbustos representados con su estructura natural de una
forma tan real, me sirvió de inspiración mientras enlazaba comandos de Autocad.
Polilínea, Curva, Dist, Arco, Círculo,…. Con el tiempo llegué a
descubrir que existen muchos métodos de realizar un mismo dibujo con el
programa de delineación, la diferencia radica en cómo cada persona entiende el
dibujo técnico.
También fueron de gran inspiración las representaciones de Miguel Arjona que aparecen en libros y artículos sobre proyectos de obras
de jardinería, por los juegos de volúmenes y aquella gracia con la que quedaban
representadas las plantas.
Claro que aquella era otra época. Una en que los
planos de jardines se dibujaban a mano y se pintaban con lápices de colores como
lo hace un niño en un cuaderno para colorear. Trasladar todo esto a la pantalla
del ordenador es complicado.
¿Qué color
debe tener un árbol en un plano de jardinería? Verde ¿no? ¿Cuál sería su
forma en planta? Seguramente redonda. Así lo dibujaría un arquitecto en el
plano de la típica urbanización que se encuentra a tan solo 5 minutos del centro de la ciudad de turno.
Pero que ocurre cuando tienes que representar un parque donde aparecen diez,
veinte, cincuenta o cien especies diferentes de árboles ¿Todos los vas a
representar con un círculo verde?
Es en esos momentos
cuando tener conocimientos de botánica sirve de mucha ayuda, cuando el haber pasados
días estudiando la estructura de los árboles en los libros surge para acabar
finalmente representando árboles de color azul.
Quizás soltado así de sopetón
pueda resultar extraño, pero el árbol azul
existe y tiene por nombre Jacaranda
mimosifolia.
Seguro que lo has visto en las calles porque es muy utilizado
como árbol de viario. No son sus hojas de color azul, si no sus flores, pero
saber esto es muy importante para diferenciarlo de otros árboles al delinear un
plano con Autocad, pues ese es su aspecto
cuando llega mayo, época de floración.
Un enorme árbol de color azul o púrpura…
según quién lo mire. Y es que mis gafas de sol hacen que todo lo vea en tonos
sepia, como si de una fotografía antigua se tratase. Qué le vamos hacer.
Mi
carácter está impregnado de nostalgia, con ese mismo carácter me gusta observar
a las plantas a través de las gafas de sol y por eso veo las flores de la jacarandá de color púrpura.
Cuando le comenté a mi hijo hace unos días: “¡Mira! Un árbol de color púrpura”. Me
contesto con la solemne certeza que solo un niño puede hacerlo: “Ya lo sé. Los he visto. Y no son púrpuras, ¡son
azules!”
Con esa misma mirada
renovada, observo con asombro las enormes jacarandas tiñendo de azul el trazado
de la Avenida de María Luisa, desde
su inicio en la Glorieta del Cid
hasta encontrase con el Costurero de la Reina
y el Paseo de las Delicias, dejando a
un lado el parque que lleva su nombre y al otro lado los antiguos pabellones iberoamericanos
de la Expo del 29.
Como los
Pabellones de Chile, Uruguay o Perú, el árbol azul proviene de esa zona del
mundo y, al igual que los pabellones, se ha mimetizado con el entorno sevillano
convirtiéndose en parte de su infraestructura, tanto la verde como la gris,
aunque aportando matices con respecto a su lugar de procedencia.
En Sevilla, la jacarandá casi pierde su carácter caducifolio,
pues el otoño de sus hojas apenas dura tres semanas al año, tal vez menos.
Lo
que nunca pierde en su carácter es el color azul de las flores. La jacarandá es
un majestuoso árbol de color azul, en el plano de jardinería y en la realidad, aunque
algunos hayamos creído verlo en color púrpura en contadas ocasiones.
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Gracias por perder unos minutos de tu tiempo
leyendo este post.
uf el autocad... mae mia... aun recuerdo un curso de tres meses hace unos años, y las peleas con los planos jejeje
ResponderEliminarLa Jacaranda es un árbol precioso, en mi zona hubo un intento de árbol azulado con pawlonia pero o bien no se adaptaron o bien se secaron porque no he vuelto a tener noticias y he hecho intención de localizar alguno en epoca de floracion...
Aquí en Sevilla son muy frecuentes las Jacarandás, es más, rivaliza con el Plátano de Sombra por el dominio de los árboles de viario. Aún así, y según los amigos Argentinos que visitan este blog, no tiene nada que ver cuando en las calles de Buenos Aires se produce la floración. Es espectacular. Un saludo Mario.
EliminarHola,, te encontré en Google plus facilisimo y aquí estoy, me encanta tu página.
ResponderEliminarMuchas gracias Milagros por dejarte cautivar por "Jardines Que Me Gustan" y unirte a todos los amigos que lo visitan. Un saludo.
Eliminarllevo años buscando a que alguien confirme si existe un jacarandá realmente azul/celeste. recuerdo un hilo en que trataron a maria elena walsh de daltónica, y la respuesta fue basura onda "es que sos porteño y no conocés variantes de jacarandá"... WTF? hay o no hay?
ResponderEliminarHola Kantico. Yo creo que están en un espectro de color muy próximo y en función de la luz que recibe la flor puede variar. A mismo me parece unas veces azul, otras celeste y otras púrpura.
EliminarUn saludo.