Cuenta la creencia
popular, a la postre historia reconvertida en tradición sevillana, que cuando
el Rey Alfonso XIII contempló aquel fastuoso hotel que habían levantado en el
llamado Jardín del Paseo de la Delicias, espacio que había sido verde
vegetal ahora transformado en rojo ladrillo, montó en cólera (aunque yo creo
que únicamente se sintió molesto), de tal forma que los audaces hosteleros, en
un alarde de marketing emocional todo lo rústico que pudiera ser a principios
del siglo XX, pusieron al hotel por nombre el mismo del monarca. Curiosamente
el hotel contaba con unos jardines propios a tener en cuenta que hoy por hoy
son considerados históricos, mientras que para los Jardines del Paseo de las Delicias aquel hecho constituyó el
principio del fin de un espacio verde que en la actualidad son leyenda.
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Vegetación en el actual Jardín de las Delicias |
Los más puristas
podrán decirme que el jardín de las delicias aún se encuentra en el margen del
río Guadalquivir, junto al puerto del Sevilla y frente al Parque de María
Luisa, conservando entre la vegetación algunos de los pabellones de la Exposición Iberoamericana de 1929, a
pesar, de que en la actualidad son conocidos popularmente como Jardines
del Líbano. Este enclave verde no deja de ser un retal de lo que en su
día fue, aunque perduren en el espacio ajardinado con claro estilo romántico,
las obras escultóricas de temática pagana provenientes del Palacio Arzobispal de Umbrete que sufrió un incendio en 1762. Hoy
en día este espacio incompleto continúa siendo un lugar con praderas, senderos
de albero para recorrerlos, los pabellones y una hermosa arboleda ornamental
compuesta por Palmeras, Cipreses de los Pantanos, Ceibas o Plátanos de Sombra
entre otros y que en 1873 vinieron a sustituir muchos de los naranjos, más frecuentes
en la zona verde. Pero los Jardines de las
Delicias, de los que hablan las crónicas periodísticas de principios del
siglo pasado, continuaban por la avenida que lleva precisamente el nombre de Paseo de las Delicias, siguiendo
nuevamente el río por el recientemente restaurado paisajísticamente Muelle
de Nueva York y desembocando frente al Palacio de San Telmo sede de la Presidencia de la Junta de
Andalucía.
Ahora se llaman Jardines
del Cristina, en relación a otro hotel que se construyó en el espacio
verde y que posteriormente fue un centro comercial que albergaba el llamado,
también, Cine Cristina en honor todo
ello a Doña Cristina de Orleáns esposa de Fernando VII. He leído en algún
periódico antiguo que incluso el Jardín de la Caridad, que se encuentra muy cercano, puedo pertenecer todo al mismo
espacio verde, aunque no he podido constatarlo.
Los Jardines del Cristina tienen como
reconocimiento el ser de los pocos en la ciudad de Sevilla que son conservados
por jardineros municipales en vez de empresas de jardinería subcontratadas, si
bien es cierto, que el trato que se le han dado en los últimos tiempos ha sido
lo más anacrónico que se puede contemplar en un jardín. A las Casuarinas,
Plátanos de Sombra, Yucas o Washingtonias, a las pérgolas, farolas fernandinas,
láminas de agua o borduras de ladrillo viejo, se han unido en un cúmulo de
despropósitos una renovada Plaza de la
Puerta Jerez con borduras de bloques de granito pulido y acero mucho más
moderno que lo que había anteriormente. El resultado es un espacio verde
distorsionado, donde los caminos llevan nombres de poetas y, en los parterres,
escrito en rocas, se hallan los poemas que éstos escribieron. Poesía que no
encuentra especial acomodo entre tanta disparidad de criterio en diseño y
restauración de espacios verdes.
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Bajo la sombra de los Plátanos en el Jardín de las Delicias |
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Lámina de agua en los Jardines de Cristina |
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Poema grabado en piedra en los Jardines de Cristina |
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Jardineros recogiendo las hojas caídas |
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Arboleda en los Jardines de Cristina, tras ella, se encuentra el Hotel Alfonso XIII |
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Bordura de ladrillo viejo. Tradicional |
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Nueva bordura de acero en el mismo jardín |
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Nueva bordura de bloques de granito pulido. Todo en los Jardines de Cristina y todo muy ecléctico |
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Pérgola en los Jardines de Cristina |
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