La jardinería es una
actividad que, como otras, no está exenta de poseer conocimientos exclusivos
que permanecen cuidadosamente reservados y ocultos. Por supuesto, en esta
puerta de atrás de la jardinería también habitan manifestaciones dictaminadas
por quienes en realidad saben, piensan o sienten lo contrario a lo que expresan.
Secretos y mentiras de la jardinería que darían para escribir un libro.
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Semillero con romero |
Yo mismo, me reservo algunos secretos
que, a la postre, después he
descubierto que contenían ciertas mentiras en las que creí. Pero como buen
cuanta cuentos, al igual que hizo Sherezade
en las mil y una noches, no desvelaré
todos los secretos en un solo artículo, así que empezaré por contar aquella que
historia que me ocurrió cuando asistí a una feria de urbanismo y ecología. Todo
transcurría normalmente en este tipo de eventos, las charlas varias bien, los
stands surtidos y correctos, hasta que me llamó la atención especialmente uno
dedicado al cultivo biológico.
No puedo decir que me avergüenza porque nunca he sido muy pudoroso que digamos, pero sí me duele admitir que una enajenación pasajera inducida por la moda del momento en este tipo de cultivos y una tarjeta de presentación súper molona con semillas integradas para que cuando te cansases de la tarjeta, la sembrases y germinaran hermosas plantas desconocidas, fueron los promotores del gasto de siete euros en un libro sobre los supuestos “principios” de la jardinería biológica.
Ahora es cuando llega la parte de la mentira pues, al llegar a casa y ojear el libro, mi sorpresa fue mayúscula al descubrir que estas prácticas de cultivo giraban en torno a la autodenominada “jardinería vibracional”, algo que escapa a mi lógica y estructurada mente de ingeniero que llega a conclusiones basándome en la práctica, el ensayo y donde tras la casualidad siempre me topo con la causalidad.
Sin embargo, en aquel escueto libro de 65 páginas, repletos de obviedades, reiteraciones de otras muchas publicaciones sobre jardinería aunque se asegurase que el contenido era puramente original, se afirmaba que desde la tierra y los minerales se emiten unas vibraciones que favorecían el completo desarrollo de las plantas O_o Estoy de acuerdo en que las plantas son seres vivos y, como tales, les invade energía, concretamente la que absorben directamente de la luz solar y que con agua más nutrientes, convierten en energía química.
Siempre me digo que la jardinería es simple, que las plantas solo necesitan el aporte apropiado por especie de riego, agua, luz, abono, temperatura y, si a todo esto le añadimos algo de amor y cariño (¿Qué ser vivo no necesita un poco de eso alguna vez?), crecerán y se desarrollaran estupendamente. No es necesario añadir nada más.
No puedo decir que me avergüenza porque nunca he sido muy pudoroso que digamos, pero sí me duele admitir que una enajenación pasajera inducida por la moda del momento en este tipo de cultivos y una tarjeta de presentación súper molona con semillas integradas para que cuando te cansases de la tarjeta, la sembrases y germinaran hermosas plantas desconocidas, fueron los promotores del gasto de siete euros en un libro sobre los supuestos “principios” de la jardinería biológica.
Ahora es cuando llega la parte de la mentira pues, al llegar a casa y ojear el libro, mi sorpresa fue mayúscula al descubrir que estas prácticas de cultivo giraban en torno a la autodenominada “jardinería vibracional”, algo que escapa a mi lógica y estructurada mente de ingeniero que llega a conclusiones basándome en la práctica, el ensayo y donde tras la casualidad siempre me topo con la causalidad.
Sin embargo, en aquel escueto libro de 65 páginas, repletos de obviedades, reiteraciones de otras muchas publicaciones sobre jardinería aunque se asegurase que el contenido era puramente original, se afirmaba que desde la tierra y los minerales se emiten unas vibraciones que favorecían el completo desarrollo de las plantas O_o Estoy de acuerdo en que las plantas son seres vivos y, como tales, les invade energía, concretamente la que absorben directamente de la luz solar y que con agua más nutrientes, convierten en energía química.
Siempre me digo que la jardinería es simple, que las plantas solo necesitan el aporte apropiado por especie de riego, agua, luz, abono, temperatura y, si a todo esto le añadimos algo de amor y cariño (¿Qué ser vivo no necesita un poco de eso alguna vez?), crecerán y se desarrollaran estupendamente. No es necesario añadir nada más.
Hay una película
francesa sobre estafadores llamada “Cash” (os la recomiendo), que comienza con la fantástica
frase: “No hay timo sin incauto”, y en esa situación me he visto,
haciendo el papel de incauto pero, como de todo se aprende, esta anécdota me
recuerda que hay que estar alerta ante las posibles mentiras que se dan en el
mundo de la jardinería. Existen más, a veces camufladas de falsos mitos como que es perjudicial convivir con
plantas en una habitación cerrada durante la noche porque te arrebatan el
oxígeno o la falsa creencia extendida de que tenemos plantas de interior o exterior,
cuando la realidad es que todas las plantas se cultivan naturalmente al aire
libre, solo que unas necesitan mayor o menor cantidad de luz…. Pero estas y
otras cuestiones las mantendremos reservadas entre tú, querido lector/a, y yo. Será
nuestro secreto.
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..el secreto de la jardinería, no se lo digaís a nadie... :) ; linda nota. creo que todos en algún momento hemos compartido semejantes experiencias. Ej. macetitas que te venden con la "llamaplata".. :)
ResponderEliminarLa costumbre y la tradición hacen mucho en ese sentido. Un saludo Aida y gracias por el comentario.
EliminarMe ha encantado como lo hasplanteado,..jejeje,..esperando tu siguiente entrada. Mi proyecto fianl de carrera fue sobre las supuestas plantas de interior,..y empiezo con el no existen las plantas de interior,..me ha encantado cuando lo has mencionado. Un abrazo desde Plantukis.
ResponderEliminarLo de las plantas de interior es uno de los secretos a voces de la jardinería sin duda. Un saludo Raúl.
EliminarReal como la vida misma. Tambien podriamos hablar del concepte de mala herba, etc. Me ha gustado!
ResponderEliminarYo, como concepto, prefiero el de hierbas espontáneas, pero a veces cuesta mucho el cambio por eso es importante el papel de la divulgación y la educación ambiental. Un saludo Merce y gracias por el comentario.
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