El pasado 9 de junio
se estrenó en cines el documental “El
Bosco. El jardín de los sueños”, una película que aborda la obra más
enigmática y conocida del pintor holandés, el tríptico de El Jardín de las delicias, a través de la conversación entre el
historiador del arte Reindert Falkenburg
y destacados artistas, historiadores, escritores, filósofos y músicos. El éxito
del documental fue tal, que se prolongó su duración en las carteleras de cine y
suscitó el interés en las salas de cine de otros países como México, Estados
Unidos y Francia.
Tríptico de “El Jardín de las delicias” de El Bosco |
El tríptico del Jardín de las delicias, con esos arrebatos de fantasía onírica y surrealismo impropio o, mejor
dicho, demasiado adelantado para la época en que fue pintado, me ha hecho
pensar en la envoltura mitológica en la que se encuentran los jardines medievales.
Lejos de lo que pueda parecer, el Medievo, no supuso un paso atrás en lo
que jardinería se refiere, aunque si es
verdad que habría que contextualizarlo, pues el estilo jardinero iba a depender
mucho de la situación geográfica y de las diferencias culturales que incitaba a
la creación de un jardín. Sin ir más lejos, en la propia Península Ibérica se
dan varios tipos de jardines muy diferentes pero coetáneos entre sí, desde el
jardín hispanoárabe que no era un jardín porque esa palabra no existía en la
época si no que era un huerto de placer donde la percepción a través de los
sentidos era fundamental para entenderlo, pasando por los jardines de
monasterios donde el ora et labora expresa
la vocación de la vida claustral, su relación espiritual entre Dios y el ser
humano con trabajos de cultivos para alimentación, fines curativos o producción
de flores que terminarían adornado los altares. Para completar esta ronda por
los jardines medievales, también se podían encontrar en castillos y ciudadelas un jardín defendido por muros impenetrables.
Como vemos, en la Edad Media la jardinería no desapareció por completo, pero si
quedó restringida a su aspecto más práctico y funcional, basándose su diseño al
uso exhaustivo de cuadrado y rectángulo, quedando para la historia las
descripciones más o menos veraces que realizaba normalmente el clero en sus
escritos de cómo fue el jardín medieval. Sabemos a ciencia cierta varias
cuestiones, algunas que ya he mencionado como son el muro protector pero descrito
por autores de la época como hechizo
impenetrable, el abuso de las formas rectangulares y, además, se tiene
constancia de algunas de las especies aromáticas cultivadas al parecer siguiendo el borde de senderos que discurren
por pérgolas, túneles de verdor o praderas con árboles que daban frutos del Edén,
así como, que existían animales que circulaban libremente dichos reducidos espacios
verdes. ¿Qué es realidad y que es fantasía en el jardín medieval? La respuesta
está en la mente del autor del texto o ilustración, aunque probablemente
existiera una base verídica sobre la que crecía, inconmensurable, la
imaginación entorno a los elementos botánicos, el mobiliario y complementos de
una descripción que finalmente acabase constituyendo una idealización. En la
pintura del Jardín de las delicias de
El Bosco, se dan muchas de estas características que han dado lugar a la
idealización del jardín medieval. El tríptico esta divido en tres partes, el
lado izquierdo representa el Jardín del
Edén en el último día de la creación, el central es el Jardín de las Delicias en la tierra donde se da rienda suelta a
todos los placeres y el lado derecho es una representación apocalíptica donde
el ser humano es condenado por sus pecados. Se cumple la rigidez rectangular donde
está contenido el jardín medieval, el resto… es una recreación surrealista que hasta
puede alcanzar una pizca de realidad y, obviamente, un apabullante grado de
fantasía que El Bosco dejó en el aire y de la que probablemente nunca deseó que
pudiéramos desvelar para que la interpretación vagara por siempre entre
nuestros sueños.
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Gracias
por perder unos minutos de tu tiempo leyendo este post.
Me ha encantado el artículo y mira que me gusta ese cuadro, por cierto ¿el documental esta en castellano? Un saludo
ResponderEliminarEl documental esta en v.o subtitulado, aunque algunos de los interlocutores hablan castellano.
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