En 1990 el grupo británico
de música electrónica Depeche Mode
lanzó el sencillo Enjoy the Silence
(Disfruta el silencio), canción que se encontraba englobada en su álbum Violator. El tema lo compuso, así como
el resto del disco, Martín Gore, pero al igual que otras muchas canciones fue
interpretada por David Gaham, voz habitual del grupo. En el videoclip de Enjoy The Silence, se observa a Gaham ataviado
como un rey que recorre valles, bosques, playas, montañas nevadas y cualquier
otro lugar donde poder sentarse a apreciar el tan ansiado silencio. Resulta paradójico
que precisamente a través de la música se reclame este anhelo.
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Jazmín azul (Plumbago capensis) |
En la letra de la
canción, Martín Gore no deja de repetir “Todo
lo que quiero, todo lo que necesito, Está aquí en mis manos, Las palabras son
tan innecesarias, Ellas sólo pueden hacer daño”,…. Hombre, yo no soy tan
radical. No creo que todas las palabras sean innecesarias y que sean dañinas. Es
más, para alguien que “junta”
palabras a diario, las palabras son casi como respirar, y considero que empleadas
de forma adecuada también pueden hacer mucho bien. Aunque estoy de acuerdo con
Gore en echar de menos el silencio en muchas ocasiones y me gustaría, como el rey errante, encontrar ese lugar donde habita el
silencio o, como mucho, el leve murmullo de la naturaleza. En especial me
gustaría que hubiera silencio cuando realizo vídeos para subir a mi perfil de Instagram, aunque es realmente difícil cuando
te encuentras en una ¿gran? ciudad. Aún me asombro de la increíble cantidad de
ruido que es capaz de generar una localidad entre coches, maquinaria, personas,
industria u obras y lo realmente complicado que resulta gravar la juncia (Cyperus rotundus) crecer espontánea en
un parterre junto a una lámina de agua, las ramas de la Sophora japónica mecerse con el viento, observar el cielo a través de
un marco que te deja el jazmín azul (Plumbago
capensis), las rosas brillar con intenso colorido gracias a la fuerza que
les proporcionan los rayos del sol en un parque, la abeja que recolecta el
polen directamente de la hermosa flor de la lagunaria (Lagunaria patersonii), la Tipuana
tipu en perfecta floración dorada que para eso es primavera, las blancas calas
en un arriate que en Inglaterra llamarían border
mix, o las flores de la catalpa que hacen honor al sobrenombre de especie Bignoninoide, pero son vídeos que nacen
distorsionados con frecuencia por el sonido del tráfico, con cláxones y sirenas
incluidas, el murmullo de cientos de voces que hablan (o gritan) a la vez o el
martillo hidráulico que rompe por enésima vez el mismo asfalto. Por este
motivo, he reunido todos los vídeos que he subido a Instagram hasta la fecha y he creado uno único en el que he
eliminado por completo el ruido. En esta ocasión, ni siquiera he incluido una
melodía (tampoco Enjoy The Silence),
y he descartado subirlo a YouTube
con sonido ambiental. Espero que las imágenes puedan ser apreciadas como
merecen y, por supuesto, que sean disfrutadas en silencio.
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