9 de junio de 2017

Júpiter no es solo un planeta

Cada vez que me recordaba que no trajera uno de esos “ordinarios” júpiter (Lagestroemia indica) de flor rosa chicle, que quería el de flor blanca, me partía de la risa. Era la forma de expresar su indignación ante un color que le resultaba horroroso y a mí realmente me daba igual. Por aquel entonces percibía mis honorarios por llevar los bocetos de otros a un plano y realizar el proyecto de paisajismo (memoria, presupuesto, pliego de condiciones técnicas y los mencionados planos) para después ejecutarlo, así que mi única preocupación consistía en que cuando el arbusto lo trajeran del vivero, la flor del júpiter fuera de color blanco.   
 
Júpiter (Lagestroemia indica) de flor rosa chicle

Lo que realmente me hacía gracia era el tono despectivo que utilizaba para referirse al rosa chicle. Él ya poseía reconocimiento como paisajista (aún lo tiene), yo comenzaba en el sector como técnico delineante y pasaba las más de ocho horas de la jornada laboral sentado en mi oficina dibujando con Autocad. No me quejo. Mi oficina estaba dentro de un vivero, así que las vistas por la ventana eran geniales y exuberantes, además, disfruto mucho dibujando en el ordenador. Cuando lo hago, las horas pasan volando. Pero también una novedad para variar viene bien y por eso cuando aparecía tras la puerta con toda pomposidad, fingiendo humildad y pidiendo con exquisita educación, por favor, sentarse en una silla que había apartada en un rincón y que le diera un post-it donde dejarme una nota en la que suplicaba ¡júpiter de flor blanca!, lo agradecía enormemente. Después de todo era una oportunidad única para aprender sobre un mundo en el que comenzaba a adentrarme y que me fascina, el paisajismo. Los arbustos de júpiter (de flor blanca, por supuesto), estaban destinados a una hacienda que se estaba rehabilitando para realizar celebraciones. Los jardines, faltaba más, debían estar en sintonía con el resto del inmueble. Lo cierto es que no es el único espacio verde donde he plantado júpiter, pues lo he empleado mucho en los jardines en los que he trabajado, eso sí, no he sido tan estricto en el color de la flor a pesar de que el blanco sea mi preferido.

La Lagestroemia indica es una planta de floración estival cultivada en muchos parques públicos. Al verla estos días en pleno surgir de flores, tanto rosa chicle como blanca, me ha hecho recordar esta historia. Es un arbusto que se puede plantar tanto aislado como en grupo, ya sea en parterres con grava decorativa, mulch de corteza de pino o praderas. Las ramas pueden alcanzar hasta dos metros de altura, por eso se coloca en un segundo plano cuando realizamos el diseño y así no eclipsar otros arbustos más pequeños u ornamentos del jardín que deseamos puedan verse. Alguna vez lo he visto podado formando un mini arbolito, pero esta circunstancia no es la más frecuente. No debe faltar decir que es un arbusto de hoja caduca, de un verde profundo e intenso, y aunque pudiera hacer pensar que en invierno pierde parte de su encanto, esta afirmación está muy lejos de la realidad pues su corteza en manchas de distintos tonos ocres y marrones es parte de su atractivo ornamental. En un arbusto que en cuanto a cuidados, no necesita muchos porque es bastante resistente a un suelo pobre en nutrientes, puede sobrevivir sin excesiva agua, requiere alguna poda puntual y en ocasiones habrá que prestar atención a la presencia de un polvo blanco que implicaría un ataque del hogo oídium y habría que tratar con fungicida. Debido a su tamaño, es muy apto para jardines urbanos pequeños, balcones y terrazas, además, tiene una característica especial gracias a un cambio de color otoñal que posee la capacidad de proporcionar dinamismo al conjunto del jardín. Como vemos, júpiter es un arbusto con nombre de deidad y que además de ser un planeta del sistema solar, es una especie vegetal de gran valor para un espacio verde.  

Júpiter (Lagestroemia indica) de flor blanca

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Gracias por perder unos minutos de tu tiempo leyendo este post.

1 comentario:

  1. Muchas gracias por partida doble. Por la historia y por la información de este tan interesante ejemplar. Un saludo

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