Receptáculo, sépalos,
pétalos, estambres y pistilo. Saberse de carrerilla las cinco partes de las
flores angiospermas (más modernas que las gimnospermas, propias de las
coníferas), está muy bien, pero lo realmente excepcional es encontrarlas por
doquier a pesar de los rigores de un verano que parece que no acaba. Lo digo
por el lugar donde vivo, pues Sevilla parece la ciudad del verano sin fin o,
quizás, el excesivo calor hace que me parezca más largo de lo que realmente es.
Hibiscos (Hibiscus rosa-siensis) |