Si una flor puede ser cautivadora,
un jardín con 45 millones de flores puede ser milagroso. Además, para más
relevancia al caso, podemos añadir a este jardín la singularidad de crecer en pleno
desierto de la región de Al Barsha Soth
en Dubái (Emiratos Árabes Unidos), sobre una extensión de siete hectáreas que
es regada con aguas residuales mediante un sistema de riego por goteo. Un
candidato de excepción para el “turismo
de jardines”.
Miracle Garden |