3 de noviembre de 2017

Los jardines nos cuentan historias

Hablar de los Jardines Butchart, es hablar de uno de los jardines emblema del mundo. Englobado dentro del conjunto paisajístico imprescindible del turismo de jardines, su origen no puede ser más modesto: una antigua cantera de roca caliza y la afición sin límites a la jardinería de una mujer capaz de crear, en un lugar aparentemente yermo, un exuberante regalo a los sentidos.

Jardín Hundido Butchart Garden
Jardín Hundido Butchart Garden

En algunas ocasiones un lugar no dice nada por sí solo, pero puede encontrarse imbuido en un halo de leyenda. Esta circunstancia se debe a que ese lugar permanece unido inexorablemente a las historias de las personas que los han creado o que lo han habitado. Y si ese lugar es un jardín, la historia a la que se encuentra unido es la de Jennie Butchart. Los años han querido que después sea el jardín el que nos cuente la historia.

La Isla de Vancouver se encuentra en el Océano Pacifico y se trata de la isla más grande de la costa occidental de América. Bajo la influencia del clima húmedo propiciado por el océano y la brisa marina, Robert Butchart poseía  una cantera donde extraía roca caliza destinada a material de construcción. El destino quiso que el paisajista japonés Isaburo Kishida viajara por motivos profesionales hasta la cercana ciudad de Victoria y Jennie Butchart, esposa de Robert, le encargó la realización de un jardín japonés en su propiedad.

Una vez realizado el Jardín Japonés, ocurrió algo que motivó la expansión del jardín: en 1909 la cantera agotó la piedra caliza. Fue entonces cuando Jennie Butchart decidió invertir su tiempo y esfuerzo en crear una exhibición de horticultura en un espacio en el que aparentemente no parecía que pudiese crecer una sola flor. Este nuevo espacio se denominó el Jardín Hundido y no estuvo acabado hasta 1921. El tiempo trascurrido entre inicio y finalización de construcción, no ha evitado que en la actualidad sea el Jardín Hundido, de todo el conjunto paisajístico, el constituyente del gran reclamo turístico a los Jardines Butchart. Un entramado de caminos serpenteantes, coloridos volúmenes informes y cipreses que se elevan hasta el cielo. Posteriormente se incluyeron el Jardín Italiano (1926), que se ubicó en detrimento de las pistas tenis que tenia la familia Butchart, y la Rosaleda (1929) que se situó en lugar de la huerta culinaria.

En la actualidad, los jardines se engloban dentro del estilo paisajístico Art & Craft y es la bisnieta de los Butchart la encargada de la dirección del espacio verde. Tienen el privilegio de ser considerado como Sitio Histórico Nacional de Canadá desde 2004 y reciben la friolera de un millón de visitantes al año, dato muy relevante por tratarse de unos jardines. Las imágenes hablan por sí solas. Seguro que se ha generado la tentación de indagar en busca de vuelos baratos con Expedia.es y realizar una escapada.

Fuente del Dragón Butchart Garden
Fuente del Dragón Butchart Garden
Jardín Japonés Butchart Garden
Jardín Japonés Butchart Garden

Jardín Japonés Butchart Garden
Jardín Japonés Butchart Garden
Jardín Italiano Butchart Garden
Jardín Italiano Butchart Garden
Fuente Ross Butchart Garden
Fuente Ross Butchart Garden

Lago de la Estrella Butchart Garden
Lago de la Estrella Butchart Garden


Fuente imágenes: Wikimedia Commons

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