Empezaré por el final. Pero comenzar desde atrás está completamente
justificado, pues para el arquitecto paisajista Geoffrey Jellicoe su obra póstuma, Moody Garden en Texas, supuso el sumario de toda una vida de
trabajo. Un jardín que no necesitó ver terminado, pues en la mente del
británico se reproducía con exactitud todos los jardines que había ideado y, en
ese lugar escondido de su imaginación, había recorrido cada uno de aquellos
rincones verdes que ahora disfrutamos, hechos realidad, todos nosotros.
Pirámide en Moody Gardens |