Empezaré por el final. Pero comenzar desde atrás está completamente
justificado, pues para el arquitecto paisajista Geoffrey Jellicoe su obra póstuma, Moody Garden en Texas, supuso el sumario de toda una vida de
trabajo. Un jardín que no necesitó ver terminado, pues en la mente del
británico se reproducía con exactitud todos los jardines que había ideado y, en
ese lugar escondido de su imaginación, había recorrido cada uno de aquellos
rincones verdes que ahora disfrutamos, hechos realidad, todos nosotros.
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Pirámide en Moody Gardens |
A pesar de que G. Jellicoe nunca estuvo muy convencido de dedicarse al
diseño de jardines, lo cierto es que ha terminado siendo uno de los iconos del
paisajismo del siglo XX, convirtiéndose en referencia para las generaciones
posteriores de diseñadores de jardines. Su aterrizaje en el paisajismo fue
casual. Arquitecto de profesión, en 1923 tras asistir a unas ponencias cuando
aún era estudiante, uno de los conferencistas comentó que hasta la fecha no se
había escrito nada sobre los jardines italianos del siglo anterior. Así, junto
a su compañero J. C Shepherd, recorrieron toda Italia para estudiar los más
famosos jardines del país. El resultado de esta primera aventura, fue la
escritura compartida con Shepherd del libro titulado “Los Jardines Italianos del Renacimiento”. Publicado en 1925 es
considerado en la actualidad libro de culto.
Alternando el diseño de espacios vivos, el
urbanismo y la arquitectura,
Jellicoe creó un gran número de jardines que han pasado a engrosar la lista de
patrimonio verde mundial. Así pues, construyó numerosas edificaciones para organismos
públicos y empresas privadas, tanto en Reino
Unido como en otros países. Tras la Segunda Guerra Mundial, pasó varios años en
Zambia trabajando en escuelas, hospitales, aeropuertos y hoteles. Fue esta una
época muy prolífica en cuanto a urbanismo se refiere, pues elaboró los planes para
Guilford, Wellington y el centro de Gloucester, siendo el más importante de
todos el Plan Maestro para Hemel
Hempstead. Puede que no todas sus ideas para transformar las ciudades en
lugares más agradables fueran ejecutadas, pero si fue capaz de transmitir la
importancia de crear un nexo de unión entre la ciudad y la naturaleza a través de
la creación de singulares parques y jardines públicos que han constituido un
oasis en medio del asfalto.
Fue uno de los primeros arquitectos paisajistas que atendió consultas relacionadas
con la integración del medio urbano con el medio natural, circunstancia que se
convirtió en habitual a lo largo de su carrera. Jellicoe entendía que la belleza era una poderosa fuerza y llegó a
la conclusión de que los diseñadores de jardines, y dando un paso más allá, los
urbanistas, podían reflejar ésta belleza atendiendo al área donde se ubica el
jardín y a la cultura local de la gente que lo disfruta para poder conectar con
sus necesidades, sus actividades, sus usos y, por qué no, con sus sueños y así “plantar” de alguna forma elementos casi
oníricos.
A la edad de 80 años, Jellicoe para nada se retiró e, incluso, su
actividad laboral se vio incrementada, siendo requerido para crear jardines en
muchos lugares del mundo entre ellos Moody
Garden. La misma noche de su visita a Texas, desarrolló una serie de
dibujos planteando lo que sería el futuro jardín. Las ilustraciones fueron muy
clarificadoras de lo que sería el futuro jardín, con dibujos llenos de colorido
y en los que se apreciaba el uso de plantas y arquitectura como medio de
conexión entre historia de la humidad, así como, lugar de esparcimiento, educacional
y comercial. En la actualidad, los visitantes pueden recorrer el Jardín del
Edén, pasado por un Jardín Egipcio, luego uno romano y así sucesivamente a través
de casi 5000 años de historia de 15 culturas desde Oriente a Occidente.
Curiosamente, como otros muchos paisajistas, Geoffrey Jellicoe fue muy prolífico
escribiendo libros sobre paisajismo y jardines. En 1975, se publicó The landscape of human (El
paisaje del hombre), que escribió junto a su esposa Susan. Este texto fue el
precursor de Moody Gardens, pues Jellicoe
expuso sus ideas sobre el paisaje y la capacidad de transmitir el reflejo de
las civilizaciones que lo ocupan o lo han ocupado. Quizás, la reivindicación no
solo del paisaje humano, sino también de que el ser humano se encuentra
irremediablemente unido al paisaje que habita.
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Piscina en Moody Gardens |
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Rio en Hemel Hempstead |
Kennedy Memorial Park |
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Fuente del Kennedy Memorial Park |
Fuente imágenes: wikimedia commons
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