En los Jardines del Château de Marqueyssac es asombroso
comprobar como el uso de un único elemento vegetal, el Boj repetido una y otra
vez, utilizando la topiaria para conferir a Buxus
sempervirens volúmenes cambiantes, es posible obtener un resultado de
semejantes características paisajísticas. El mantenimiento de éste jardín debe
ser enorme, igual de enorme que es la esencia que transmite el espacio verde en
el Château de Marqueyssac.
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Jardines de Marqueyssac |
De los jardines de la
Antigua Roma se desconocen muchos aspectos que permanecen en la oscuridad hasta
que los historiadores y arqueólogos arrojen algo de luz al respecto. Sin
embargo, se sabe que fue durante esta época clásica cuando se inicia el arte de la topiaria o, lo que es lo mismo, la
actividad jardinera que consiste en dar formas artísticas a las plantas
mediante el recorte con tijeras de podar en mano. Hubo cierta parada en realizar
la topiaria en los jardines, hasta que se vuelve a retomar ésta práctica
jardinera con mucha fuerza durante el Renacimiento.
El máximo esplendor en el
arte de la topiaria se alcanza en 1662, cuando el paisajista francés André Le
Nôtre crea los jardines de Versalles para el Rey Luis XIV. Las formas que se
realizan en topiaria son todas aquellas que la imaginación pueda alcanzar.
Existen desde las más simples y geométricas, como rombos, rectángulos o
pirámides, hasta otras mucho más complejas con forma de corazones, arcos,
mariposas o animales.
En Versalles las figuras representadas
son conos y pirámides principalmente, y la planta utilizada para crear los
diferentes volúmenes es el Boj. Aunque lo conocemos como un arbusto, lo cierto
es que Buxus sempervirens puede llegar a convertirse en un arbolito de
hasta 12 metros de altura, pero tarda muchos años en llegar a esa envergadura.
El Boj Común es una especie vegetal originario de Europa y crece naturalmente
en las Islas Británicas. Además de jardinería, es muy apreciado por su madera,
que es empleada en ebanistería. El Boj es una planta siempre verde, resistente
y debido a su lento crecimiento, así como, su tolerancia a las podas, es idónea
para crear diferentes formas.
En
los Jardines de Marqueyssac el Boj se convierte en el completo protagonista del
espacio verde. Creados por un alumno aventajado de Le Nôtre, en su inicio los
jardines presentaban terrazas, callejones y una huerta que rodeaba el castillo
de la propiedad. En la década de 1860 su propietario de entonces, Julien de
Cervel, comenzó a plantar miles de bojes y les dio formas imposibles, semejantes
a burbujas que salen atropelladamente desde el fondo del mar hasta la
superficie. En el jardín también incluyó otras especies vegetales: Tilos,
Cipreses, Pinos, Ciclamen,….
En la segunda mitad del
siglo XX, debido a la desocupación de la casa, los jardines estuvieron mucho
tiempo sin ser atendidos. Pero llegó un nuevo propietario, Kleber Rossillon,
que restauró los jardines llegando a alcanzar la increíble cifra de 150.000 bojes
y añadió otros espacios nuevos, incluyendo un corredor de aromáticas, un riachuelo
y una cascada, pero sin perder el espíritu romántico con los que se crearon los
Jardines de Marqueyssac.
Desde 1996 estos fantásticos
jardines con sus bojes de volúmenes cambiantes, pueden ser visitados por el
público sensible al turismo de jardines. Los Jardines
de Marqueyssac se encuentran ubicados en Vézac, en la región del Perigord
Noir (Francia) y se puede visitar todos los días de la semana desde las 10 de
la mañana hasta las 6 de la tarde. Prohibido perderse las numerosas actividades
que se celebran en este espacio verde a lo largo del año para toda la familia.
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Corredor de aromáticas |
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Formas volumétricas con bojes |
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Túnel |
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Bojes con forma rectangular |
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Bojes en forma de arbolito |
Fuente imágenes: wikimedia commons
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