6 de junio de 2018

Villa Lante, el jardín limitado por el agua


Se aproxima el verano y con éste las esperadas vacaciones, momentos de asueto y viajes con los que desconectar de la rutina diaria ¿Qué te parece una escapada a Italia? El destino bien podría ser la región de Bagnaia, en la provincia de Viterbo a tan solo 78 km al norte de Roma. Cercana se encuentra la zona volcánica de Monti Cimini, un lugar muy conocido por sus aguas termales, pero además, también encontraremos un jardín renacentista cuyos límites están establecidos por el recorrido que deja el agua a su paso. 
Detalle del estaque rectangular en los jardines de Villa Lante

Villa Lante es considerado como el referente de jardín renacentista italiano. No está del todo documentado, pero al parecer la impronta del arquitecto Jacopo Vignola está recogida en toda la Villa. La huella dejada por el arquitecto italiano se encuentra en una característica común de otros trabajos donde el jardín se entiende como un ornamento perfecto a la construcción que acompaña. Vignola le da tanta importancia al jardín como al palacio o casa de campo, que debe ser antecedido por un espacio verde acorde con la dignidad del edificio. No obstante, Vignola no trabajó solo pues se sabe que el arquitecto paisajista Pirro Ligorio fue consultado y que la perfección de los flujos de agua que se conservan hoy en día es obra del especialista en ingeniería hidráulica Tommaso Ghinucci.

El caso de Villa Lante es curioso dentro de los jardines históricos, pues fue el espacio verde el que dio fama al lugar y superó incluso a la propia construcción. Si en infinidad de jardines el agua está presente de numerosas formas, en Villa Lante se va más allá y obtiene el papel principal en el jardín. No solo se construyeron fuentes y estanques, sino que el agua es delineante del trazado de los parterres que posee toda la superficie verde.

El diseño del jardín se agrupa alrededor de dos superficies cuadradas dispuestas simétricamente en torno a un eje del que parte la perspectiva visual de todo el conjunto ajardinado. Así mismo, de este eje van naciendo parterres, terrazas y escalinatas que son típicos de este estilo de jardinería. Los espacios sucesivos, no dejan de ser una serie de elementos que contribuyen a crear sorpresa, un juego a la vista provocado por la rotura entre palacio y jardín.
        
El equilibrio armonioso entre cascadas, estanques, canales y fuentes, crean una danza ejecutada por el agua de los que se obtiene un jardín geométrico. Del primer cuadrado central se van desarrollando los sucesivos cuadrados. Y si de la primera figura geométrica partimos de un estanque con agua, en las siguientes encontramos setos igualmente podados con forma cubica en diferentes alturas. También encontraremos setos bajos de boj, recortados con forma de figuras decorativas que envuelven a otras pequeñas fuentes y esculturas.

En Villa Lante se abandona la idea de jardín como complemento y pasa a formar parte de un todo. Durante la visita de turismo de jardines, una vez que abandonamos los parterres geométricos centrales, los visitantes pueden adentrarse en bosquecillos de robles, encinas y plátanos, contemplar otras fuentes y esculturas que esperan agazapadas en rincones inesperados y descender a través de escalones ajardinados hasta terrazas pobladas por brezos y camelias. 

Jardines de Villa Lante

Fuente de Pegaso

Juegos de agua
Fuente imágenes: wikimedia commons 

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