Son
tres los que tengo. Un limonero, una higuera y un ciruelo. Por ese
orden, desde el que se encuentra más lejos hasta el que está más
cerca. Plantados hace la tira de años, para proporcionar sombra,
algunas frutas y refrescar el patio en los meses de verano que es
cuando más lo necesitamos. Tres árboles frutales que plantó mi
padre y que crecen en alcorques plagados de cintas (Chlorophytum
comosum).
Permite que hable de estas cintas y de los alcorques en los que
habitan.
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Cintas
y alcorques
|
Soy
consciente de que no es la mejor manera de promover la biodiversidad,
pero es lo que tienen las cintas: apenas requieren mantenimiento,
crean una masa vegetal compacta y se propagan con facilidad. Y es que
las cintas son plantas todo terreno, se cultivan tanto en interior
como en exterior. Es de esas especies vegetales que la fuerza de la
costumbre nos la ha
mostrado en patios, terrazas, jardines o en el salón de casa toda
la vida,
aunque lo cierto es que entró en nuestros espacios verdes en el
siglo XVIII procedente de Sudáfrica.
Las
cintas reciben ese nombre por sus hojas, pues no poseen tallo y
crecen desde un roseta de hojas alargadas de unos treinta centímetros
que describen una parábola a lo largo de su longitud. Las hojas de
las cintas son verdes en los bordes, mientras que poseen una franja
central de color amarillo o blanco.
Son
plantas fanerógamas, es decir que se
reproducen
por semillas. Sin embargo, poseen un medio de propagación mucho más
eficiente a través de estolones. Estos consisten en una varitas
amarillas muy largas cuyo extremo final surgen hijuelos de cintas.
Los hijos de las cintas ya poseen las raíces aunque no toquen el
suelo y son capaces de desarrollarlas con suma rapidez cuando
lo rozan.
Las pequeñas flores blancas de las cintas también surgen de los
estolones, aunque son menos frecuentes que los hijuelos.
Como
comenté al principio podemos usar las cintas para diseño exterior e
interior. En el primer caso, aunque son plantas de clima cálido son
capaces de resistir hasta menos dos grados centígrados a la
intemperie. La escasez de agua tampoco suele ser un problema, pues
las cintas poseen raíces capaces de almacenar agua y usan este
recurso en épocas cálidas. En el segundo caso, cuando las
cultivamos en interior, necesitan semisombra pues la falta de luz
hace que desaparezca de las hojas su característica banda blanca.
También será necesario cambiar el contenedor cada dos o tres años
para acomodar a la planta debido a su rápido crecimiento.
Los
alcorques de mi patio, donde viven las cintas y los árboles
frutales, sirven para contener el agua del riego o de la lluvia. Eso
en lo que al
agua se refiere, pero los alcorques poseen otras virtudes muy
apreciadas en jardinería. La entrada de aire al suelo es otra de las
funciones que poseen los alcorques. En especial, en los árboles de
viario donde el asfalto impermeabiliza el sustrato y la única opción
que le queda al arbolado urbano es desarrollar un sistema radicular
muy alargado que le permita encontrar agua y aire en el subsuelo.
Un
árbol o una palmera grande debe de tener un alcorque con una
superficie de al
menos
dos por dos metros. Menos implica limitar la vitalidad
del árbol y su calidad de vida. Pero
es que además,
un alcorque con gran superficie evita que las raíces de los árboles
tengan
la necesidad de buscar
la humedad y el oxigeno que necesitan para vivir y crezcan rompiendo
el pavimento. Otras especies de mediano o pequeño parte si admiten
alcorques más pequeños.
Los
alcorques
nos acompañan desde el siglo XVIII y
se popularizaron durante el siglo XIX. Curiosamente
una
trayectoria temporal igual que
las cintas.
Sin
embargo, los alcorques surgieron
junto con el arbolado de viario, en los bulevares de París, y desde
entonces es un elemento de suma importancia en la jardinería urbana
y cuya preservación, así como, correcto diseño garantizará la
calidad del arbolado urbano.
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Cintas (Chlorophytum comosum)
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Como siempre amigo José Luis un artículo muy interesante sobre los alcorques y las cintas. Tanto uno como otro no faltan en mi jardín. Las cintas me encantan, desde hace tiempo enseñe a mis nietos a colocar unos hijuelos en un vaso con agua hasta que desarrollaran sus propias raíces y crearon ellos mismos sus propias macetitas, es una de las plantas ideales para inculcar a los niños el amor por ellas. No te puedes imaginar lo contentos que estaban ellos con sus propias macetas hechas de esos hijuelos.
ResponderEliminarUn abrazo y buena semana amigo.
Comentas una experiencia ideal para hacer un poco de educación ambiental. Yo también la he hecho con mi hijo. Al poner el hijuelo de las cintas en el tarro de cristal con agua, se aprecia magníficamente el desarrollo de la raíz. Gracias por comentarlo, puede animar a que otras personas lo hagan en sus casas. Un saludo Juan.
EliminarVerdade que além do belo efeito paisagístico e boa opção para iniciar nas crianças o gosto pelo cultivo Experimentei com meus netos e deu certo
ResponderEliminarLos niños los pasan genial haciendo jardinería en general, pero es que además experiencias sencillas que pueden ver de forma rápida y gráfica para conocer a las plantas las aprecian mucho. Un saludo Dila y muchas gracias por tu comentario.
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