5 de mayo de 2021

Briznas

 

Es curioso el poder que tienen las palabras y como algunas van cayendo en desuso ¡Qué le vamos a hacer! Las modas se imponen y el vocabulario se ve influenciado por estas dinámicas verbales. Según la RAE una brizna es un filamento o hebra, que en realidad puede ser de cualquier material, pero especialmente se refiere a plantas o frutos. Filamentos de hierba que vuelan impulsados por el viento y que de alguna manera anuncian cuando comienzan a emerger praderas en primavera, primero verdes, luego multicolores.

Brizna de hierba en un prado

Brizna de hierba en un prado 

Imagen de Jonathan Sautter en pixabay

Si bien es cierto, unas veces porque la naturaleza es caprichosa, así como, otras veces porque nosotros los seres humanos lo degradamos todo, existen casos en los que es necesario dirigir de alguna manera el proceso natural de selección de semillas y siembra para que cuando queramos crear una pradera en un espacio verde sea un éxito.

Así es como como surgieron las hidrosiembras, una actividad jardinera que consiste en realizar un selección de semillas de especies herbáceas idóneas por sus características botánicas para un lugar determinado, coger esta mezcla de semillas en la proporción indicada por el fabricante, introducirla en una cuba especial para esta función, unirla a una cantidad de agua y, posteriormente, realizar la siembra a presión.

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Las hidrosiembras se empezaron a realizar para poder sembrar praderas en terrenos de difícil acceso, con una amplia superficie a cubrir o con un elevado grado de degradación. El ejemplo más gráfico y que contempla todas estas situaciones es el de la restauración de taludes con mucha pendiente en carreteras recién construidas. Sin embargo, en la actualidad se contemplan actuaciones de hidrosiembras en otros muchos casos como puede ser para cubrir la superficie de un parque público urbano.

Estas praderas de hidrosiembras han sufrido una evolución. Así hemos llegado hasta las praderas de flor, una nueva vuelta de tuerca a la recreación de praderas en la se busca un efecto preciosista, casi onírico. El resultado son paisajes donde las flores, el color y la diversidad acaparan protagonismo.

La pradera de flor esta controlada a través de una selección de semillas de hierbas que garantizan una floración con un amplio espectro de color y prolongada en el tiempo, a diferencia de una pradera natural o la pradera de hidrosiembra. Esto quiere decir que se encuentra planificada para sorprender y maravillar con un hermoso tapiz de flores.

Existen pocas cosas tan hechizantes como contemplar una pradera de flores en primavera, y de este poder de ensimismamiento han emergido ideas traducidas en proyectos que recrean paisajes como el que se muestra en este vídeo.

Pradera de flores 

Vídeo de Christian Bodhi en pixabay

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2 comentarios:

  1. Estimado amigo José Luis, en primer lugar, agradecer tus palabras, ya estamos bastante recuperado e incluso me llamaron para operarme de la vesícula que estaba pendiente de ello, así pues, me han dejado como nuevo.

    Un buen artículo como siempre ya viene siendo habitual. Las praderas, al parecer se están volviendo a poner de moda, siempre he dicho que las praderas tienen algo muy especial y sumamente hermoso. Son una representación viva de toda la naturaleza, una pradera bien florida ya lo dice todo, con el simple hecho de verla faltan palabras para expresar semejante belleza.
    Un abrazo y buen fin de semana.

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    1. Me alegro de que ya estés como nuevo Juan.
      Y estoy de acuerdo contigo, una pradera de flor, bien planificada, puede ser una oportunidad única para embellecer un espacio verde y con bajo coste de mantenimiento.
      Un saludo.

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