6 de enero de 2023

No riegues tus plantas (mucho)

Aunque pueda parecer extraño, una de las principales causas para que marchiten las plantas es el exceso de agua. Me atrevería aventurar que es el mayor problema de las plantas domésticas.

Agua sobre una hoja

Agua sobre una hoja 

© Stanley Zimny

Nosotros adoramos nuestras plantas, queremos lo mejor para ellas y, equivocadamente, las regamos con demasiada agua.

Y es mucho más fácil recuperar una planta que ha tenido estrés hídrico (falta de agua), que una que ha recibido agua en exceso.

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Cuando cultivamos plantas en casa tenemos que tener en cuenta que cada especie vegetal tiene necesidades concretas, así como, la época del año en la que nos encontramos.

Con estos datos podemos saber la cantidad y frecuencia de riego que necesita cada planta en particular o un grupo con las mismas necesidades.

Gotas de agua

Gotas de agua 

© Jaione Dagdrømmer

Es por esto que en el jardín es correcto agrupar las especies vegetales con las mismas necesidades de agua. Existen en internet fichas botánicas que nos facilitan esta información.

Dato que necesitamos conocer también cuando las plantas las tenemos en interior. Aunque en este caso ya no es tan necesario agruparlas según sus necesidades porque regamos cada maceta particular.

En cuanto a la frecuencia, obviamente será necesario acortar el tiempo entre dosis de riego en temporada cálida y aumentar los días sin regar en temporadas más húmedas.

Humedad ambiental y condensación de agua

Humedad ambiental y condensación de agua 

© Danze26

Este punto es muy importante, pues hay que tener muy presente la humedad ambiental del lugar donde cultivamos las plantas.

Entendemos la humedad como el vapor de agua o conjunto de micro gotas que se encuentran en el ambiente.

Foto macro de gota de agua y hoja

Foto macro de gota de agua y hoja 

© Nathan Forget

Este agua también llega hasta las plantas y pueden absorberla. Por eso en períodos en los que llueve mucho o si vives cerca de un río muy caudaloso o cerca del mar, cuando y donde más humedad ambiental existe, no es necesario regar con tanta frecuencia.

De modo general podemos decir que en verano podemos llegar a regar todos o casi todos los días y en un otoño lluvioso podemos esperar para echar agua en la maceta hasta 15 días.

Cada planta tiene necesidades particulares de agua

Cada planta tiene necesidades particulares de agua 

© F Delventhal

La mejor forma de determinar si tenemos que regar es comprobando la humedad del sustrato. Si al tocar con los dedos notamos humedad, es mejor esperar antes de echar más agua.

¿Cómo notamos que hemos regado de más? Notaremos el exceso de agua porque la planta tiende a dejar caer las hojas e, incluso, se desprende de ellas tirándolas al suelo.

Riego ocasional

Riego ocasional 

© Andy Valente

La diferencia con respecto a la falta de agua es que las hojas no presentan marchitez ni se arrugan. Cuando has regado de más, las hojas caen pero se encuentran turgentes por el exceso de agua que acumulan.

Además, recuperar una planta con falta de agua es tan simple como regar. En cuestión de horas vemos que la planta se recupera y vuelve a levantar las hojas.

Comprobar humedad del sustrato

Comprobar humedad del sustrato 

© Philippa Willitts

Una planta con exceso de agua es un autentico problema y es complicado de recuperar porque en el sustrato proliferan hongos patógenos que se ven favorecidos con la humedad.

Estos hongos son muy difíciles de eliminar. Veremos su progresión en los tallos de las plantas que empezaran a ennegrecer.

Hay que controlar el exceso de riego

Hay que controlar el exceso de riego 

© Robyn Jay

Para paliar este ataque, podemos sacar la planta de su maceta y limpiar las raíces de todo el sustrato que puedan arrastrar.

Después aplicaremos un fungicida directamente a las raíces para eliminar toda presencia de hongos patógenos. Seguidamente, volvemos a enterrar las raíces en una nueva maceta con sustrato nuevo y limpio.

Gota de agua en hoja de monstera

Gota de agua en hoja de monstera 

© Jose Nicdao

Finalizamos aplicando un abono a las plantas para intentar que recupere vigor y pueda hacer frente a la enfermedad provocada por los hongos con rusticidad.

Me gustaría decir que todo esto es un remedio infalible para recuperar una planta que ha recibido demasiada agua, pero estaría faltando a la verdad. Es complicado que prospere.

Por eso es infinitamente mejor prevenir que curar, así que no riegues tus plantas (mucho).

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2 comentarios:

  1. territorioagua.com
    Regar en exceso tus plantas puede tener consecuencias negativas, por eso es importante contar con un equipo de riego completo, junto con los materiales adecuados, para mantener un control preciso sobre la cantidad de agua que reciben.

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