10 de marzo de 2013

GIGANTES DE JARDIN: CHORISIA SPECIOSA


Además de los simpáticos enanos de jardín, otras criaturas de cuento habitan los jardines. Hace unos días, los compañeros de Alnus Paisajistas compartieron en diversas redes sociales una publicación que decía así: “Yo creo en gigantes que soportan el cielo con sus brazos…#regálateunjardín”. Yo creo en esos gigantes. Y también creo que en el diseño de jardines es importante una buena dosis de imaginación y fantasía.

En el horizonte se veía un gigante tan grande que la altísima montaña “La Corona del Mundo” a su lado hubiera parecido un montón de cajas de cerillas. Era un gigante muy viejo, tenía una barba blanca larguísima que le llegaba hasta las rodillas y, cosa rara, estaba trenzada. Seguramente porque así le era más fácil tenerla siempre en orden. El gigante llevaba en la cabeza un viejo sombrero de paja. ¿Dónde podría haber en el mundo paja tan enorme? El gigantesco cuerpo estaba metido en una camisa vieja y larga, mayor que la vela del barco más grande que pueda haber.  

Michael Ende

Jim Botón y Lucas el maquinista

Cada vez que he visitado Los Reales Alcázares de Sevilla me han llamado la atención dos colosos custodios que hacen guardia a la entrada. Al atravesar la Puerta del León, existen dos Ceiba (Chorisia speciosa), en un entorno sacado de un cuento, pues se encuentran rodeadas de muros y almenas de piedra. Allí permanecen en su puesto de guardia para asombro de los visitantes que atraviesan las puertas del Alcázar.

La Ceiba, conocida también como Palo Borracho, es un árbol que alcanza los 7-13 metros de altura, aunque no es extraño encontrar ejemplares de más de 20 metros. Unos auténticos gigantes verdes que poseen un singular tronco muy ensanchado en la base y que se estrecha con forme gana en longitud. Además, este característico tronco con forma de botella presenta una superficie irregular debido a la gran cantidad de púas cónicas que pueblan su piel.

A pesar de su aspecto “monstruoso”, presenta unas grandes y hermosas flores policromáticas, pues son blancas en la base de los pétalos, pero que van adquiriendo una tonalidad rosa el final de éstos.  

En lo que respecta al diseño de jardines, hay que tener muy en cuenta su gran tamaño al establecer su ubicación final. Necesita amplios espacios. Asimismo, hay que tener en cuenta sus púas, sobre todo en jardines que van a ser usados por niños. En este caso lo ideal es colocar un seto que impida el acceso hasta su tronco.

Particularmente me parece un árbol interesante para el diseño del paisaje por la confrontación entre la fealdad de su retorcido tronco, todo lleno de púas, y la hermosura de sus rosadas flores.

Hay que recordar que es un árbol de procedencia tropical, por lo que si lo vas cultivar en zonas frías, es necesario que se encuentre protegido del frio. En estos lugares su ubicación tendría que ser un patio cerrado de grandes proporciones que lo proteja del frio.

Después de todas estas referencias, solo puedo hacer una última recomendación: si visitan El Alcázar de Sevilla, a la entrada, no olviden levantar la vista y contemplen estos mudos gigantes de savia y jade. Aunque parecen inanimados e inmóviles, sentirán su respiración.







 

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2 comentarios:

  1. Siempre me han parecido simpáticos y tienen unas flores!!!!!!!!

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    1. Las flores son espectaculares y con un tamaño proporcional al resto del árbol. Es la misma que he puesto en la publicación de Google+ la tengo que colocar en el post ;-) Un saludo Patricia!

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