Nuestro jardín se convierte en un refugio personal, que logra
distanciarnos un poco del día a día, donde podemos reflexionar sobre la vida y
encontrar paz interior.
Es por eso, que cada vez mayor número de personas deciden tener su
propio jardín. Algunos lo hacen para disfrutar de las flores, que llenan el
aire con su aroma intensivo.
A otros les encanta poder apreciar el trabajo que han invertido durante
todo el año en la cosecha de diferentes frutas y legumbres. Al tratar las
plantas con tanto amor y tanta dedicación, cada fruta se convierte en algo
especial y valioso.
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Grape Cape en uvas de mesa
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La cosecha se puede ver afectada por varias razones, entre ellas
insectos, como la mosca de vinagre o la mosca de la fruta (Drosophila suzukii),
que ponen sus huevos en uvas, melocotones, fresas, frambuesas y otras frutas,
causando así la perdida de gran parte de la cosecha.
Otra fuente de preocupación son aves, avispas y otros insectos que se
dedican a comer las frutas, mientras éstas aún se encuentren en la planta.
Las legumbres también se ven afectadas por diferentes plagas. Mariposas
depositan sus huevos en las plantas de repollo y otros tipos de legumbres y las
orugas que nacen de estos huevos acaban con gran parte de la cosecha.
Hay diferentes formas de proteger la cosecha contra plagas. Una de ellas
consiste en colocar redes que ayudan a mantener lejos a las aves. Sin embargo
los huecos del tejido dejan pasar a insectos como avispas y abejas, que podrán
disfrutar de un festín de uvas, melocotones y peras. Además las redes tapan las
plantas enteras y dañan así la óptica del jardín.
Las bolsas de papel protegen contra la luz del sol, pero al estar
abiertas en su lado inferior, dejan pasar a insectos, que pueden llegar hasta
la fruta y disfrutar de ella. Llenar el huerto de bolsas blancas de papel
además no es la mejor solución al problema de plagas.
Una técnica innovadora de resguardar las frutas y además las legumbres
de diferentes tipos, son bolsas de tela organza. Su malla es muy fina y no deja pasar ni a
los insectos más pequeños como la mosca de vinagre. El material es resistente a
los rayos UV, pero a la vez deja circular el aire, evitando así que las frutas
enmohezcan.
Estas bolsas de tela, llamadas Grape Cape, se incorporan
perfectamente en el huerto. Su material es muy resistente, lo que las convierte
en reutilizables.
Además son fáciles de utilizar: colocamos la bolsa alrededor de la fruta
o legumbre que queramos proteger y la cerramos con el cordón que está
incorporado en su borde.
Las bolsas tienen diferentes tamaños, que pueden ser utilizados
dependiendo de la legumbre o fruta a proteger. Existen bolsas pequeñas de 23x15
cm para melocotones, peras y manzanas, mientras que el tamaño de 30x20 cm es
óptimo para los racimos de uvas de mesa. Las bolsas más grandes de 40x30 cm pueden
proteger repollos, brócolis y coliflores.
Estas bolsas son la técnica perfecta para proteger nuestra cosecha de
manera sostenible y ecológica, ya que se puede reducir el uso de insecticidas u
otros productos químicos contra las plagas de insectos y aves.
Sea cual sea el modo de protección elegido, tenemos que emplearlo,
dependiendo de la zona, a partir de los meses de primavera, preferentemente
antes de que los insectos logren depositar sus huevos en nuestras apetecidas
frutas.
Melocotones protegidos por bolsas de organza
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Uvas protegidas contra lepidópteros y otras
plagas
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Muy interesante el post amigo José Luis.
ResponderEliminarPor los años 80 ya utilizaba las de papel para cubrir la uva y realmente se notaba bastante.
Un abrazo
Las bolsas de tela organiza, son un sistema de protección de los frutos de nuestro huerto muy a tener en cuenta. Además de eficaz, como bien comentas con tu experiencia, es ecológico al 100% y al no usar productos químicos la fauna auxiliar beneficiosa se ve favorecida ayudándonos a la protección de nuestro cultivo. Un abrazo Juan.
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