27 de febrero de 2013

EL JARDIN IDEAL

Tal vez hubiera sido más apropiado titular este post “el jardín idóneo”, pues creo que es complicado crear “el jardín ideal”. No obstante, el paisajista debe buscar un equilibrio en el diseño del jardín, de forma que confluyan los gustos y prioridades de los usuarios, el medio natural que rodea su ubicación y las posibles limitaciones técnicas.
Fuente: Stuart Miles / FreeDigitalPhotos.net.

Hay que tener muy en cuenta a la hora de iniciar los primeros trazos del diseño del jardín, a los usuarios del mismo. Intentar complementar, en la manera de lo posible, el aspecto estético del diseño, con las funciones que va a tener cada parte del espacio verde. Si habrá niños, mascotas, una huerta, o simplemente un lugar adecuado donde sentarse a leer.

Todas estas zonas deben quedar perfectamente encajadas, buscando siempre un diseño práctico y racional, sin renunciar a crear un jardín de alto valor ornamental.

El medio natural tiene su importancia en relación a la ubicación del jardín, pues debemos ser conscientes del contexto que rodea al espacio verde. Me duele ver como en un lugar como es el Sur de la Península Ibérica, y donde existe una radiación solar media anual elevada, se proyecta en los Planes Generales de Ordenación Urbana (PGOU), plazas y parques duros donde no existe un solo árbol que de sombra. Es más, la tendencia actual es la de arrancar arboles y que las zonas verdes sean zonas literalmente pintadas de verde. 

Esta tendencia se debe a la equivocada idea de conseguir un ahorro económico en base a reducir el mantenimiento, pero que supone un aumento del consumo energético, lo cual al final también produce un mayor gasto económico. Es más, este aumento del uso de sistemas de refrigeración también supone un importante cambio del ecosistema urbano, ya que las bombas de frio expulsan al exterior el aire caliente, aumentando la temperatura ambiental exterior.

¿No sería más apropiado crear un medio vegetal urbano que proporcione frescor? Por eso considero importante realizar en las planificaciones de trazado de ciudades, un plan urbanístico respetuoso y sostenible con el medio natural urbano.  

Este ejemplo nos sirve para ilustrar que en el diseño de un jardín debemos tener muy presente las necesidades del medio que rodea a la zona verde. Si vamos a proyectar un jardín en un lugar donde vamos a tener largas temporadas de fuerte calor, tenemos que proporcionar al lugar la sombra necesaria y los elementos apropiados que den frescor.

En cuanto a las limitaciones técnicas me gustaría hacer referencia a la vegetación que va a intervenir en el jardín. Muchas veces queremos incorporar especies que por su origen, hacen su adaptación a la ubicación final en el jardín muy complicada. O también, que las plantas posean unas necesidades hídricas y nutritivas difíciles de mantener si no es con un elevado gasto de agua y nutrientes.   

El caso es que existen muchas especies que son de origen mediterráneo, y que están completamente adaptadas a la zona. Especies vegetales que pueden conformar jardines muy hermosos, pero que debido a la falta de demanda, los viveros no las producen.

Estas plantas, al ser de la zona, ni requieren un elevado mantenimiento, ni requieren grandes aportes de agua, los cual supone un ahorro de los recursos hídricos de una región donde el agua es un bien escaso.

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2 comentarios:

  1. Muy interesante tu nota José Luis!, y como lo dices...proyectar el jardín idóneo para cada zona. En Bs.As,durante décadas estuvo bastante arraigada la costumbre de plantar ejemplares exóticos, como palmeras tropicales en lugares frescos, o tilos europeos cuando la flora del lugar abundaba en espinillos y otras especies estupendas. Sólo que al ser comunes a la vista del observador local parecían aburridas. Lo del gasto en energía y trabajo adicional para su mantenimiento, es real. Por suerte, en donde yo vivo hay un plan de cuidados para con los ejemplares existentes en las veredas públicas, permisos de poda y en lo que respecta al diseño de plazas, que hacía años estaban descuidadas, mal iluminadas, con malezas y otros menesteres, ahora están hermosas por cierto, y los plantines para borduras y hasta para lámparas de altura, son producidos en el vivero municipal.Distinto es el caso de los barrios porteños, que a mi parecer se van al extremo, pues al no podar y mantener los árboles frondosos comienzan a hacer estragos en los cimientos, así como los que son viejos, tienden a provocar accidentes ya que ahora hay mayor cantidad de tormentas y caída de agua debido a los cambios climáticos conocidos. Bueno no te aburro más, muchas gracias, Andrea

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    1. Hola Andrea. El caso que comentas de los barrios porteños, donde los arboles se les deja frondosos, no es un problema del plan de mantenimiento, sino de una mala planificación urbanística. Cuando elegimos la especie que vamos a colocar en un alcorque debemos tener en cuenta el tamaño del mismo para que puedan crecer las raíces, el desarrollo del árbol en estado adulto en función del espacio asignado, si su mantenimiento es muy costoso, si produce alergias, si está adaptado a las condiciones climatológicas,... En definitiva que es un problema de la elección del árbol. Muchas gracias por dejar tu comentario y no me aburres para nada! Puedes volver cuando quieras. Un saludo!

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