16 de mayo de 2017

El jardín blanco

A pesar que este blog lleva por nombre Jardines Que Me Gustan, dicen que el libro de los gustos está por escribir y es muy complejo discernir la causa que determina qué o quién nos gusta. Yo tuve un profesor de Análisis Químico que a su vez tuvo una profesora, la cual afirmaba que “el querer” se basaba en una serie de reacciones químicas…. En el diseño de jardines, el paisajista debe escapar del estilo individual; la huella que permanezca en el espacio verde no debe ser la propia y, en vez de eso, que destaque la impronta que quiere dejar el usuario o cliente.

Flores de durillo
Flores de durillo
Todos poseemos una combinación de plantas, materiales y mobiliarios por la que nos decantamos, así como, otros que nunca colocaríamos en un jardín sí de nosotros dependiera (ya he comentado en alguna ocasión mi animadversión al acero corten). 

Escapar de nuestros gustos personales es a menudo complicado, pero diseñas un jardín debe ser capaz de soltarse de estas ataduras para tener la mente abierta a otras ideas, gustos o usos y adaptarse a lo que te piden proporcionando una respuesta técnica, rigurosa y apropiada a los retos en diseño que puedan plantearse. Dicho esto y en mi caso, si me dejara llevar por mi gusto personal, me decantaría por una flor que sería el lirio y un color que me conduciría sin reservas a un jardín blanco.

Como dije antes, no puedo determinar qué hace del blanco mi color favorito. Personalmente me parece un color que otorga elegancia a la composición vegetal de un espacio que nace para ser verde, por otro lado, históricamente el blanco siempre ha sido un color vinculado a la pureza. Lo del lirio me abstengo de elucubrar el porqué me fascina tanto. 

Un jardín blanco siempre nos dará un resultado interesante, pero habrá que tener presente el espacio del que disponemos para elegir una adecuada combinación de plantas. El color blanco otorga luminosidad al jardín, por esta cuestión es importante que si se aplica en exclusividad sea más apropiado para espacios grandes. En jardines pequeños o patios, es mejor combinarlo con otros colores, pues proporciona distintos matices excepto con el color gris el cual no le favorece y por eso hay que tener presente los pavimentos utilizados. 

Saber leer el futuro del jardín es básico para entenderlo y poder encarar la etapa creativa de diseño del jardín. Reconocer el efecto que tendrá el uso de los colores en función del trazado y la infraestructura del jardín, que son los elementos que permanecerán casi inmutables a lo largo de la vida del jardín, nos permitirá dar enfoque al uso de los elementos cambiantes como es el caso las plantas estacionales. 

El color también varia, aunque se trate del blanco, independientemente de la hora del día, la semana o el mes del año en que nos encontremos. La luz del momento, el ciclo de vida o la conservación de la planta ornamental, determinará detalles a un jardín que se asienta sobre una estructura previamente establecida y formada por diferentes espacios que confluyen entre sí. El resultado debe de ser un lugar atractivo, funcional y fluido, donde podamos realizar modificaciones esporádicas pero sin pretensiones que fuercen un paisaje artificial.

Los lirios por supuesto, pero también la jara (Cistus spp), el falso jazmín (Philadelphus coronarium), el jazmín de verdad (en muchas de sus variedades Jasminum polyanthum, J. grandiflorum, officinale), la abelia (A. floribunda y A. grandiflora), la flor del magnolio (Magnolia grandiflora), variedades de rosas, el durillo (Viburnum tinus y V. opulus), la paniculata (Gipsophila panicualta), una clemátide (Clematis vitalba), el jazmín estrellado (Trachelospermun jasminoides),…, hasta la glicinia (Wistaria sinensis) tiene un cultivar alba que combinado apropiadamente nos puede crear un armonioso jardín blanco. 
                                  
Abelia, arbusto de jardín
Abelia
Jazmín estrellado
Jazmín estrellado
Rosa floribunda
Rosa floribunda
Flor de Magnolia
Flor de Magnolia...
Flor de lirio
...y el lirio

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