Tal vez hubiera sido
más apropiado titular este post “el jardín idóneo”, pues creo que es complicado
crear “el jardín ideal”. No obstante, el paisajista debe buscar un equilibrio
en el diseño del jardín, de forma que confluyan los gustos y prioridades de los
usuarios, el medio natural que rodea su ubicación y las posibles limitaciones
técnicas.
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Fuente: Stuart Miles /
FreeDigitalPhotos.net.
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Hay que tener muy en
cuenta a la hora de iniciar los primeros trazos del diseño del jardín, a los usuarios del mismo. Intentar
complementar, en la manera de lo posible, el aspecto estético del diseño, con
las funciones que va a tener cada parte del espacio verde. Si habrá niños,
mascotas, una huerta, o simplemente un lugar adecuado donde sentarse a leer.
Todas estas zonas
deben quedar perfectamente encajadas, buscando siempre un diseño práctico y racional,
sin renunciar a crear un jardín de alto valor ornamental.
El medio natural tiene su importancia en relación a la ubicación
del jardín, pues debemos ser conscientes del contexto que rodea al espacio
verde. Me duele ver como en un lugar como es el Sur de la Península Ibérica, y
donde existe una radiación solar media anual elevada, se proyecta en los Planes
Generales de Ordenación Urbana (PGOU), plazas y parques duros donde no existe
un solo árbol que de sombra. Es más, la tendencia actual es la de arrancar
arboles y que las zonas verdes sean zonas literalmente pintadas de verde.
Esta tendencia se debe
a la equivocada idea de conseguir un ahorro económico en base a reducir el
mantenimiento, pero que supone un aumento del consumo energético, lo cual al
final también produce un mayor gasto económico. Es más, este aumento del uso de
sistemas de refrigeración también supone un importante cambio del ecosistema
urbano, ya que las bombas de frio expulsan al exterior el aire caliente,
aumentando la temperatura ambiental exterior.
¿No sería más
apropiado crear un medio vegetal urbano que proporcione frescor? Por eso considero
importante realizar en las planificaciones de trazado de ciudades, un plan urbanístico
respetuoso y sostenible con el medio natural urbano.
Este ejemplo nos sirve
para ilustrar que en el diseño de un jardín debemos tener muy presente las
necesidades del medio que rodea a la zona verde. Si vamos a proyectar un jardín
en un lugar donde vamos a tener largas temporadas de fuerte calor, tenemos que
proporcionar al lugar la sombra necesaria y los elementos apropiados que den
frescor.
En cuanto a las limitaciones técnicas me gustaría hacer
referencia a la vegetación que va a intervenir en el jardín. Muchas veces
queremos incorporar especies que por su origen, hacen su adaptación a la ubicación
final en el jardín muy complicada. O también, que las plantas posean unas necesidades
hídricas y nutritivas difíciles de mantener si no es con un elevado gasto de
agua y nutrientes.
El caso es que existen
muchas especies que son de origen mediterráneo, y que están completamente
adaptadas a la zona. Especies vegetales que pueden conformar jardines muy
hermosos, pero que debido a la falta de demanda, los viveros no las producen.
Estas plantas, al ser
de la zona, ni requieren un elevado mantenimiento, ni requieren grandes aportes
de agua, los cual supone un ahorro de los recursos hídricos de una región donde
el agua es un bien escaso.
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Muy interesante tu nota José Luis!, y como lo dices...proyectar el jardín idóneo para cada zona. En Bs.As,durante décadas estuvo bastante arraigada la costumbre de plantar ejemplares exóticos, como palmeras tropicales en lugares frescos, o tilos europeos cuando la flora del lugar abundaba en espinillos y otras especies estupendas. Sólo que al ser comunes a la vista del observador local parecían aburridas. Lo del gasto en energía y trabajo adicional para su mantenimiento, es real. Por suerte, en donde yo vivo hay un plan de cuidados para con los ejemplares existentes en las veredas públicas, permisos de poda y en lo que respecta al diseño de plazas, que hacía años estaban descuidadas, mal iluminadas, con malezas y otros menesteres, ahora están hermosas por cierto, y los plantines para borduras y hasta para lámparas de altura, son producidos en el vivero municipal.Distinto es el caso de los barrios porteños, que a mi parecer se van al extremo, pues al no podar y mantener los árboles frondosos comienzan a hacer estragos en los cimientos, así como los que son viejos, tienden a provocar accidentes ya que ahora hay mayor cantidad de tormentas y caída de agua debido a los cambios climáticos conocidos. Bueno no te aburro más, muchas gracias, Andrea
ResponderEliminarHola Andrea. El caso que comentas de los barrios porteños, donde los arboles se les deja frondosos, no es un problema del plan de mantenimiento, sino de una mala planificación urbanística. Cuando elegimos la especie que vamos a colocar en un alcorque debemos tener en cuenta el tamaño del mismo para que puedan crecer las raíces, el desarrollo del árbol en estado adulto en función del espacio asignado, si su mantenimiento es muy costoso, si produce alergias, si está adaptado a las condiciones climatológicas,... En definitiva que es un problema de la elección del árbol. Muchas gracias por dejar tu comentario y no me aburres para nada! Puedes volver cuando quieras. Un saludo!
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