Antiguamente poseía la
libreta de “Jardines Que Me Gustan”
donde anotaba todas y cada una de las ideas que pasaban por mi cabeza para
escribir un post. En alguna ocasión, incluso, llegué a escribir la entrada al
blog integra de mi puño y letra para que no volaran las ideas y sí lo hiciera la
imaginación. Un buen día aquella libreta se acabó y surgió la libreta número 2
que poco a poco empezó a dejar de ser usada. Ahora hace meses que no la saco
del lugar donde está guardada. Con el tiempo toda esa actividad escritora
frenética se hizo aún mayor y ahora las ideas se agolpan en un maremágnum que
van a desembocar directamente a una carpeta de Windows. Debido a mi compulsiva forma de escribir artículos puedo
publicar con más frecuencia, pero a cambio quedan temas que contar en el
olvido.
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Huerto / Jardín Portocarrero |
La casualidad ha
querido que me tope con las fotos que hice hace un par de años del Jardín Portocarrero situado en Palma del
Río. He escrito mucho sobre la localidad cordobesa porque he trabajado en
varias rotondas, parques y jardines de allí. De hecho, la parte trasera del
Jardín Portocarrero está protegido por la Muralla Almohade de Palma del Rio y,
al otro lado de la muralla, se proyectó en su momento la realización de una
zona verde que hiciera homenaje a los cultivos de naranjas, tan comunes como
históricos, de la Vega del Guadalquivir. Fui yo el que se puso en contacto con
viveristas, redactó el proyecto, elaboró el presupuesto y delineé los planos de
un proyecto que pretendida incluir todas las variedades de naranjas que se
habían cultivado en la zona. El “Museo de
la Naranja” nunca se llegó a ejecutar por falta de presupuesto en las arcas
municipales, pero a mí me dejó el recuerdo de un proyecto que desde su
concepción me cautivó y la nostalgia de un lugar bañado por el sol.
Un tiempo después
volví para hacer fotos del Claustro y Patios del cercano Convento de Santa Clara y aproveché la visita para conocer también
al Jardín Portocarrero. Desde entonces llevan las fotos de aquel día soleado en
una carpeta del ordenador y, en alguna página de la libreta número 1, una nota
que reza “Escribir un post sobre el
Jardín Portocarrero”.
Y aquí estamos. Organizando
todas estas imágenes he redescubierto este jardín que en su día fue alcázar
árabe, residencia del Cardenal Portocarrero y hasta escenario de la película de
Ridley Scott “El reino de los cielos”.
Lo primero que
encontramos al entrar es un patio con peristilo típico andaluz. Con las paredes
pintadas en escarlata, romero rastrero a los pies de cipreses piramidales,
naranjos (a los que también se homenajea) en espaldera, parterres cuadrados de
setos de mirto en igual geometría podados, hiedra que sube por el fuste de una
palmera a la que el picudo rojo hace
tiempo abatió,…. Sin embargo, a mí el espacio ajardinado que más me gusta es lo
que en su día debió haber sido la huerta. En la actualidad, se encuentra a medio camino hacia la
decadencia gracias a pequeños detalles formados por macetas de barro con
una escuálida planta en su interior,
espacios de cultivo que han perdido las hortalizas para dejar paso a setos
mantenidos con exquisitez poliédrica, caminos de ladrillo viejo y setos con
forma de bola, ya sean de romero o evónimo y, por supuesto, algunos naranjos en
hilera que aún dan fruta. A todo el conjunto se le une la muralla almohade y la
alberca, no muy grande pero con la magnética lámina de agua reflejando el sol
siempre presente. Entiéndase ésta imagen de jardín decadente tan solo por el
paso de los años que acumulan las murallas que lo envuelven y por el musgo que
crece en las paredes de su alberca. Es una decadencia bohemia, un poema escrito
en piedra, agua, vegetación. Letras de rayos de sol que lo inundan para crear
el jardín soleado.
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El "otro" sol |
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Patio de entrada |
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Hiedra trepando el fuste de una palmera |
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Jardín / huerto trasero |
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Una fuente interrumpe el pavimento |
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Muralla almohade de fondo |
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Alberca |
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Sol, piedra y vegetación reflejados en el agua |
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Gracias por perder unos minutos de tu tiempo leyendo
este post.
me apunto el sitio para alguna visita al sur... gracias
ResponderEliminarActualmente se usa para realizar celebraciones, así que no es difícil entrar para conocerlo. Un saludo Mario.
EliminarCuantos bellos jardines hay en esas tierras..., en todas realmente..., y que suerte teneros cerca para descubrirlos.
ResponderEliminarUn abrazo!
Sí que poseemos un enorme patrimonio en forma de jardines. Un abrazo Mónica.
EliminarSolo puedo decirte. Muchas gracias Jose luis
ResponderEliminarHermoso relato del cual intento sacar enseñanzas, para poder aplicar en un proyecto de parque que con mi familia estamos iniciando, muchas gracias.
ResponderEliminarPrecioso, gracias por compartir.Saludos.
ResponderEliminarGracias a ti Sandra. Saludos!
EliminarEl palacio de Portocarrero se puede visitar pagando la correspondiente entrada al recinto.
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